“Hemos hablado de las cifras, de las temperaturas, de cuánto dinero necesitamos, pero detrás de todas esas consecuencias hay una historia humana”.
– Oulimata Sarr
El destino de las personas y el planeta están inextricablemente vinculados. Las inversiones en las personas aumentan su resiliencia frente al cambio climático, las preparan para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, y aceleran la transición verde.
En las Reuniones de Primavera de 2023 del Banco Mundial y el FMI, representantes de Gobiernos, círculos académicos y el sector privado subrayaron la importancia de pensar de manera creativa, trabajar juntos y proporcionar más recursos para mejorar el capital humano, esto es los conocimientos, las habilidades y la salud que las personas acumulan a lo largo de su vida y que les permiten desarrollar su potencial.
Ante el cambio climático, la falta de acción provocará costos enormes, especialmente para los más pobres y vulnerables.
Invertir en capital humano da lugar a poblaciones saludables y con un buen nivel educativo, y la educación es el principal predictor de las conductas respetuosas con el clima. Las sólidas dotaciones de capital humano a menudo se transmiten de una generación a otra y reducen la desigualdad. Proporcionan beneficios que empoderan a más personas, en particular a las mujeres, para que puedan contribuir plenamente a las soluciones climáticas.
Para acelerar los avances se requiere un financiamiento adecuado y equitativo. Esto es especialmente importante para los más pobres y vulnerables de los países en desarrollo que son los más afectados por el cambio climático, aunque son los que menos contribuyen a este problema. El financiamiento sostenible y equitativo requiere atención, creatividad y cooperación entre los Gobiernos, las entidades filantrópicas, el sector privado y las organizaciones multilaterales. Tenemos que trabajar juntos para beneficiar a las personas y al planeta.
00:00 Bienvenida
02:33 La conexión entre capital humano, personas y planeta
06:00 Capital humano y soluciones climáticas que apoyen a los más vulnerables
09:51 Educación para un futuro más verde
15:25 Invertir en capital humano para impulsar la acción climática
20:12 La importancia de las inversiones en capital humano que ayuden al planeta
25:40 Levantar fondos para acciones climáticas en países con bajos ingresos
36:26 El apoyo del Banco Mundial
40:34 Preguntas y respuestas: Aumentando el alcance de las innovaciones comunitarias / Educación climática
47:53 Cómo damos continuidad a este impulso de cara al futuro
49:40 Video explicativo: Proyecto de Capital Humano
[Shakuntala Santhiran]
Honorables ministros, señoras y señores. Hola y bienvenidos a las Reuniones de Primavera 2023 del Banco Mundial y el FMI. Me llamo Shakuntala Santhiran, Shaks, y en la próxima hora vamos a estar hablando del capital humano, la salud, el conocimiento y capacidades que necesitan las personas adquirir a lo largo de su vida. Más específicamente, vamos a hablar de los vínculos entre el capital humano y el cambio climático. Recuerden que pueden compartir sus opiniones sobre este tema utilizando la etiqueta #ReshapingDevelopment y utilicen el código QR que ven en pantalla para también plantear sus preguntas. Si nos están siguiendo en línea, pueden seguir por el chat envivo.bancomundial.org.
Ha habido mucho énfasis sobre los efectos nocivos del cambio climático sobre las personas, pero lo que no hemos mencionado es el papel esencial que tiene el capital humano para apoyar la acción climática. Así que, ¿cómo puede un país priorizar las inversiones sobre el capital humano para hacer frente a la crisis climática, impulsando un desarrollo sostenible, resiliente e inclusivo?
Tenemos un panel ilustre que nos puede ayudar a explorar esto. Tenemos a su excelencia Oulimata Sarr, que es la ministra de economía de Senegal. También es la primera y actual presidenta de la Red del Proyecto de Capital Humano, que reúne a los países para compartir conocimientos sobre los retos referentes al capital humano. Andrew Steer que es presidente del Bezos Earth Fund con 10 mil millones de dólares destinados a hacer frente a temas a cambio climático y naturaleza. Esther Duflo, profesora de Alivio de pobreza y economía en desarrollo en la Universidad de Massachusetts, y también recibió el Premio Nobel 2019 por su labor en temas de pobreza mundial. Axel van Trotsenburg, que es director gerente sénior de las políticas de desarrollo y alianzas en el Banco Mundial. Muchas gracias por estar aquí con nosotros.
Ministra Sarr, si pudiéramos comenzar con usted en el tema de la red del capital humano, que tuvieron una sesión cerrada entre los ministros de finanzas, planeación y presupuesto, acaban de tener una reunión cerrada dentro de este proyecto, centrándose en cómo el capital humano puede ofrecer resultados para el planeta y los ciudadanos. ¿Cuáles son las lecciones extraídas de esta sesión?
[Oulimata Sarr]
Gracias. Es un placer estar aquí. Creo que nuestros resultados o conclusiones se pueden resumir en cuatro puntos. El primero es que necesitamos traer a las personas una vez más al centro de la conversación climática. Hemos hablado de cifras, hemos hablado de temperaturas, hemos hablado de montos y cifras, de dinero que necesitamos, pero las consecuencias tienen una cara, tienen narrativa, una historia humana. En este sentido, lo primero, fue importante revisitar el tema del capital humano y sus ejemplos. También las conclusiones son que tiene que ser basado en los hechos. Muchos países compartieron ejemplos. El presidente Malpass también participó de la sesión y hablamos de los informes climáticos, el desarrollo de los países y tener datos medibles para las políticas, para aquellos países que tienen retos climáticos. También ese tema tan incómodo como la financiación. ¿Quién está financiando la mitigación y adaptación climática? Estamos financiándolo en escala. La conversación sobre financiamiento concesional en escala para todos los países que están haciendo frente al cambio climático. Podría decirse que no es nuestra responsabilidad histórica, pero tenemos que pagar por el alto precio vinculado con la mitigación y adaptación climática. También el cónclave ha concluido que el sector privado tiene un papel esencial. Era el sector público, con ministros, pero sabemos que el sector privado tiene un papel crítico a la hora de atraer esa inversión necesaria en energía renovable, acceso al agua, educación, la salud. Así que, tiene que también haber espacio para el sector privado en esta conversación. Esas son las conclusiones.
[Shakuntala Santhiran]
Muchísimas gracias. Vamos a seguir ese tema de financiamiento en nuestra conversación. ¿Había algún tipo de ejemplo en particular o ideas, soluciones que le parecieron destacables?
[Oulimata Sarr]
Muchos países compartieron las lecciones y también iniciativas. Algunos tuvieron una reducción de riesgos de desastres naturales, otros se referían a procesos de ecologización de algunos sectores. Hablamos de la salud, de la educación, de agricultura resiliente, energías renovables. Es por eso que esta red es tan importante, porque esta red de capital humano permite unir a países para que compartan iniciativas exitosas, lecciones aprendidas, el financiamiento que pudiera movilizar, sus propios recursos internos, cómo los gestionaron, y eso nos permitió tener un espacio para compartir experiencias.
[Shakuntala Santhiran]
Un intercambio vital de conocimiento, desde luego. Sus colegas han hecho mucha investigación sobre distintas soluciones frente al cambio climático y su impacto sobre los más pobres. ¿Qué dice la investigación sobre la importancia del capital humano a la hora de impulsar estas soluciones climáticas que son diseñadas para los pobres porque son los más afectados por esta crisis climática?
[Esther Duflo]
Creo que el vínculo entre el cambio climático y las personas, como ha dicho la ministra, es esencial. En muchos casos, se pierden en estas conversaciones macroeconómicas cuando hablamos del calentamiento global, pero se puede resumir en tres puntos.
Para empezar, el cambio climático tiene un potencial de socavar el progreso que se ha logrado en los últimos años en capital humano en los países de bajo y mediano ingreso, especialmente por impulso de estos propios países. Se estima que, debido al escenario de niveles de emisión superiores, para 2100 vamos a tener 73 muertes adicionales cada 100 mil personas. Es decir, el número de muertes será 73 muertes más como resultado de enfermedades relacionadas con esta situación. Todos los esfuerzos relevantes y relacionados con tuberculosis, VIH/SIDA o malaria se van a ver minimizados frente al cambio climático, y estas muertes adicionales se producen en países en desarrollo. Va a haber un incremento mínimo en los países de OCDE porque muchos de estos se encuentran con un clima menos impactado por el cambio climático.
Otro elemento es que el capital humano permite a los ciudadanos y a los países ser más resilientes frente a algunos shocks, especialmente de los que provienen del cambio climático. Recientemente hemos completado con Pascaline Dupas, en Ghana, un estudio que demostró que cuando las niñas tienen acceso a la escuela media, la esperanza de vida se multiplica. Es un efecto que tiene el acceso sobre la esperanza de vida, la mortalidad infantil. Esta esperanza de vida incrementa para cuando cumplen cinco años. Así que, el capital humano es un gran potencial para transmitirlo también a nuestros hijos, para protegernos frente al cambio climático, porque permiten a las personas tener esa flexibilidad frente a distintas y nuevas situaciones que se están produciendo como resultado del cambio climático. También necesitamos esa innovación o esos recursos de 7 mil millones de personas y más si queremos buscar una solución. No una solución única, sino varias que se ajusten a los problemas a los que hagamos frente debido al contexto. ¿De dónde van a salir esas soluciones si no son de las personas en países en desarrollo? ¿Cómo estas personas podrán encontrar una solución? Pues, tienen que estar sanas, tienen que tener acceso a una educación de alto nivel y conocer las circunstancias. Es por eso que ese vínculo entre el cambio climático del capital humano es tan profundo.
[Shakuntala Santhiran]
Invertir en el capital humano para una transición energética tiene sentido en el ámbito de la educación, formando a las personas para los empleos ecológicos o verdes, para un nuevo formato. Las políticas no se van a producir por sí solas. Tenemos que, también, preparar a los ciudadanos a que impulsen este tipo de cambio, esta transición. Le he escuchado hablar sobre la importancia de la educación en este ámbito, Andrew, usted trabaja con la comunidad climática y con otros entornos. ¿Entienden ellos la importancia del capital humano para estos esfuerzos?
[Andrew Steer]
No. Estamos haciendo progreso paulatinamente, progresivo. En la COP28 de Dubái va a haber un día dedicado al capital humano, en particular a la educación y su vínculo con el cambio climático. La verdad es que era un asunto pendiente desde hace mucho tiempo.
Quisiera felicitarles por este evento, por las Reuniones de Primavera. Yo solía trabajar en el Banco Mundial. Le quiero decir a Axel que cuando participaba de las Reuniones de Primavera y las Reuniones Anuales, normalmente eran aburridas, eventos grises. Pero miren esto. Ahora, normalmente se hablaba de proyectos, de puertos, de carreteras, y ahora tenemos una reunión que reúne a los dos temas más entusiasmantes de nuestro tiempo, el desarrollo del capital humano y el cambio climático. Juntos, entendiendo las sinergias, si no identificamos las sinergias y las entendemos, no vamos a poder tener éxito en ninguno de las dos. Así que enhorabuena al Proyecto de Capital Humano, a Mamta [Murthi] y también, ministra, que hay una reunión, justamente, de ministros de economía y de presupuesto que están hablando de este tema de forma técnica. Es un momento extraordinario. También teníamos a ministros de economía hablando de cambio climático. Es una conversación necesaria. Pero como ha explicado Esther, hay un vínculo muy claro entre el capital humano y el cambio climático. Hay un vínculo que va del cambio climático al capital humano, y es un vínculo muy nocivo, nocivo para la salud y, desde luego, no es bueno para la educación. Pero otro aspecto nuevo e interesante es que, si quieren paliar el cambio climático, tienen que ir y pasar por el capital humano. Hay varias vías.
Necesitamos ciudadanos que exijan esa acción sobre el cambio climático. Tienen que entender lo que es el cambio climático. En este sentido, el movimiento medioambiental o ambientalista entiende que hay que educar a los adultos y a los niños sobre la importancia del cambio climático. Pero, como han dicho también Esther y usted, si quieren emprender esos cambios tan dinámicos que vamos a necesitar en nuestras economías en las décadas del 2030 y del 2040, van a necesitar un capital humano, unas personas que estén sanas y bien capacitadas. En las tendencias actuales, la mitad de aquellos que se van a graduar de la escuela para 2030 no van a estar preparados para poder acceder a la economía de la década de los 2030. Eso es una vergüenza. Esto es a mitad de la trayectoria de los ODS. Si quieren hacer frente al cambio climático, necesitan un grupo de personas bien educadas, que tengan una formación y tienen, obviamente, necesidad de esas personas que generen el cambio, pero también esa capacidad de adaptación. Si se quieren poder adaptar y solo tienen 1 millón de dólares, no compren cemento, no lo gasten en cemento para construir otra barrera de arrecifes, sino, inviertan en la educación, para invertir en una ciudadanía flexible, con acceso a educación y con la capacidad de resolver problemas. Sé que hoy cualquiera de ustedes en la sala puede mirar hacia atrás en su historial familiar, en el que habrá un shock externo en el que se tuvieron que adaptar. En mi caso fue 1886, cuando mi bisabuelo tenía ovejas en Escocia, era pastor, y fue cuando entró la importación de lana de Nueva Zelanda en Reino Unido. Después de 15 años, mi bisabuelo vio cómo no tenía fuente de ingreso, así que se desplazó de su región. Después de diez años, estaban en una mejor situación él y su familia, y fue gracias a que tenían acceso a la educación. Vivía en una cultura obsesionada por la educación. Tenían flexibilidad. Los adultos eran flexibles, los niños también, y estaban sanos. Entraron en una nueva economía, y por eso estoy aquí yo hoy. Gracias a esto y por eso puedo decirles que la adaptación solo se puede producir si se dispone del capital humano. Así que les felicito por tener este mensaje y celebrar este evento.
[Shakuntala Santhiran]
Parece increíble. Parece sentido común. Nosotros hemos creado el problema, los seres humanos también tenemos que resolver el problema y las personas tienen que estar en el centro de la solución porque sin eso no vamos a llegar a ningún lado. Así que, Axel, ¿cómo percibe el Banco Mundial esa inversión en el capital humano, en las personas, como un motor de cambio y a la acción?
[Axel van Trotsenburg]
Sí, claramente los panelistas ya han mostrado y han dado ejemplos de por qué es necesario. Cuando se habla del cambio climático, pues se puede decir que sí, tenemos que tener medidas políticamente correctas y simplemente tener una lista de acciones y decir que se han hecho, pero… ¿Qué quiere decir el integrar ese mensaje de cambio climático en organización, en cada actividad? No solamente para análisis, sino para el desarrollo humano. No se trata solamente de desarrollo humano, sino de una forma transversal en toda la organización. A través de este proyecto, habrá que ponderar ese mensaje. ¿Qué implicaciones tiene cuando se habla de este elemento? No solamente se habla de contaminación, sino se habla de educación. Cuando hablamos de este tema, también cabe destacar que esto no es un proyecto a corto plazo, sino a largo plazo. Es un compromiso a largo plazo. Resulta escandaloso ver que hay muchas personas que no tienen acceso a la escuela. Hay muchos que no van a tener una experiencia exitosa en la escuela por malnutrición. Nacen sin tener esa promesa de cumplir con su pleno potencial. Necesitamos liderazgo político en los países, pero también un compromiso conjunto en organizaciones como el Banco Mundial y demás para hacer esas inversiones necesarias. Esto vuelve al mismo hecho que los ministros mencionaron. No solamente son buenas intenciones, requiere que los gobiernos también tomen pasos, que el sector privado, que las familias, pero que las organizaciones también tengan ese compromiso para que podamos tener una oportunidad en este emprendimiento y estos retos conjuntos. Lastimosamente, estamos descarrilados en la obtención de las ODS, no solamente educación. Ayer hablamos del hambre. Es un escándalo que después de 50 años, cuando las Naciones Unidas tuvo una conferencia para erradicar el hambre, se proyectaban diez años hasta lograr la meta. 50 años después, tenemos un alto porcentaje de la población pasando hambre. Esto es lo que tenemos que tratar de forma urgente, y lo que necesitamos claramente es enfocarnos sobre el hecho de que los países más pobres tienen un impacto desproporcionado en cuestión de cambio climático.
Estoy totalmente de acuerdo sobre la educación, pero cuando hablamos de la agricultura ajustada por el cambio climático, podríamos hacerlo de forma muy sutil, pero si tenemos políticas comerciales que distorsionan el mercado, no vamos a dar a otros países una oportunidad justa para el éxito. Tenemos que tener una estrategia integral. Tenemos que también ser muy claros en esta causa, pero también tenemos que tomar pasos en el Banco Mundial, en el ámbito del desarrollo del capital humano, tomando pasos decisivos en los últimos años durante la pandemia, cuando vimos un alto nivel de exclusión. Una cosa que quisiera destacar también es que, si bien seguimos sintiendo los efectos de la COVID-19, incluso en el caso de las niñas, muchas de ellas no han vuelto a la escuela. Lo que tenemos que hacer es revisar las políticas, ver cómo podemos traer a esas niñas una vez más a las aulas, las niñas que tuvieron que abandonar la escuela, cosa que fue permanente. ¿Cómo podemos traerlas a las aulas con una estrategia inclusiva? Tenemos una tarea ardua ante nosotros y creo que, a través de coaliciones efectivas, y a través de una asistencia efectiva, tenemos recuperar el terreno perdido. Pero tenemos que hacerlo no solamente hoy, sino esencialmente durante una o dos generaciones más.
[Shakuntala Santhiran]
Tiene que ser un esfuerzo y una estrategia del gobierno y de sociedad, una estrategia integral, no solamente limitada a un sector. Hablando de un trabajo colectivo, Andrew, usted conoce bien el trabajar con el sector público. De hecho, fue el enviado especial de cambio climático del Banco Mundial entre 2010 y 2012, y también jefe de la oficina de Vietnam e Indonesia, y ahora está en el mundo de la filantropía. ¿Cómo pueden estos dos sectores trabajar mancomunadamente para generar esas oportunidades de inversión tan necesarias? La ministra habló de esa necesidad de inversión y de financiamiento. ¿Cómo pueden estos sectores colaborar para, justamente defender la importancia de una inversión inteligente sobre el capital humano, una inversión que ayude al país?
[Andrew Steer]
Para empezar, muy bien hecho al Banco Mundial por cómo han procedido con ese plan de evolución, porque justamente eso es de lo que se trata, generar más apalancamiento, sea a través de la filantropía del sector privado. Necesitamos tener mayores sinergias con los recursos multilaterales, como los que podemos encontrar en este edificio u otros bancos regionales. Hay que averiguar la forma en la que podamos aprovechar cada dólar. En el Bezos Earth Fund, nos gusta decir que cada dólar que invirtamos tiene que tener dos funciones para, por ejemplo, si tiene un compromiso sobre la naturaleza, el cambio climático, tienen que producirse resultados, pero también tiene que ser parte de algo más grande. Parte de crear un movimiento, generar impulso, estrategias para un punto de inflexión en positivo. Por eso cuando hablamos de financiamiento, hablamos de un financiamiento mixto, pero no lo hacemos de una forma muy sofisticada. El mundo filantrópico tiene que tener un contacto mucho más directo con el sector privado, pero también con el sector multilateral, porque si trabajamos conjuntamente, podemos encontrar oportunidades muy interesantes. Necesitamos alianzas entre estas distintas fuentes de financiamiento, pero también entre los distintos sectores en los que estamos trabajando. Por ejemplo, lo que ha dicho Axel ahora mismo, tiene toda la razón del mundo. No solamente es cambio climático y capital humano. Tenemos alimentos, que ahora mismo representan una tragedia absoluta. Son elementos que están absolutamente relacionados también, pero lo que hacemos, muchas veces, es caer en ese error de pensar que somos competidores. Decimos: “Voy a darle a este donante para el cambio climático. No le voy a dar tanto al cambio climático, voy a invertir en capital humano. ¿Qué pasa con los alimentos?”. Hay que ser más sofisticados y darnos cuenta que en la acción climática, hay muchos fondos y hay mucho impulso político. ¿Cómo podemos nosotros, a los que nos importa tanto el capital humano y también estamos alarmados por la situación de los alimentos, cómo podemos generar oportunidades en ese ámbito? ¿Cómo podemos encontrar la forma en la que podemos duplicar cada dólar invertido? Porque al final del día, la inversión es la misma, el mensaje es el mismo y son oportunidades extraordinarias. Empezamos a ver este tipo de visiones y ustedes son parte de eso.
[Shakuntala Santhiran]
¿Cómo convencemos a los inversores? ¿Cómo hacemos que les parezca atractivo? ¿Se puede ayudar al clima y también recibir un rendimiento bueno para la inversión?
[Andrew Steer]
Sí. Creo que, en cuanto a capital humano, tenemos algo que aprender del clima. Hace 15 años, las ONG no querían hablar con los directores ejecutivos de las empresas, los veían como el enemigo y a las empresas por eso no les importaba mucho el cambio climático. Ahora, 5 mil empresas se han comprometido a emisiones-cero, 130 billones de dólares comprometidos con esta causa. Cada organización medioambiental trabaja con el sector empresarial prácticamente. Pero en cuanto al desarrollo humano, la ideología interviene. Entonces, si soy una ONG y trabajo en la educación, no confío en el sector privado porque van a querer sacarle provecho económico a esto, pero no debemos pensar así. ¿Quién necesita que haya buena educación? Precisamente el sector empresarial. Cada país debería tener una conversación con su sector empresarial. ¿Qué tipo de destrezas necesitan que tenga la población? Aunque es una idea tan obvia, nos puede sorprender la relación que se puede forjar.
Pero en muy pocos países lo hacen. Seguramente en Senegal sí, ministra, pero en la mayoría de los países no se está haciendo o no se está haciendo bien. Entonces, tenemos que utilizar más la imaginación, no ser cautivos de nuestras ideologías y pensar cómo vamos a lograr una verdadera solución. Lo que necesitamos es un cambio en este sistema. En el Bezos Earth monitoreamos 50 transiciones que necesitamos realizar, dónde nos encontramos hacia ese punto de inflexión positivo en ese camino, y cómo podemos eliminar las barreras. Tenemos que pensar de esa manera también acerca de este otro tema.
[Shakuntala Santhiran]
Esther, ¿tiene una idea de cómo recaudar fondos? Como dijo Axel, en los países el efecto no es igual del cambio climático. De un país a otro, el efecto varía. Usted se ha referido a una manera muy sencilla de ver este problema.
[Esther Duflo]
Sí, quisiera completar un poco lo que decía Andrew con este comentario. La financiación climática ha estado dominada por esa idea de que tenemos que participar con el sector privado de manera voluntaria. Eso está bien, pero creo que también podemos entender todos que con eso no ha bastado y quizás se ha dado prioridad a algunos proyectos y no a otros, más mitigación que adaptación en países en desarrollo. Hay que recordar algo sencillo que ya se ha dicho, pero cabe mencionarlo otra vez. La mayor parte de los verdaderos costos del cambio climático lo van a sentir las personas que viven en países pobres. Hablé de la mortalidad, eso se ve casi exclusivamente en países en desarrollo. En segundo lugar, la mayoría de las emisiones que están causando el cambio climático hoy, y no estoy hablando solo de la responsabilidad histórica, estoy hablando de lo que ocurre hoy, se debe a la conducta de las personas más ricas en este mundo en particular, ciudadanos ricos, de países ricos, aunque hay gente rica en países pobres también, por supuesto, lo sabemos. Luego decimos que China e India producen muchas emisiones, y sí, pero esto es en gran medida para producir los bienes que consumen las personas en el mundo desarrollado, como aquí. Entonces, en el Banco Mundial y en otras organizaciones, se han realizado esfuerzos para calcular para cada persona cuál es su huella de carbono con base en dónde se encuentran y qué es lo que hacen. Teniendo en cuenta las emisiones también en la producción de los vehículos, por ejemplo, que se utilizan, no solo las emisiones del vehículo mismo. El 10 % de los que más contaminan contribuyen al 50 % de las emisiones del mundo, el 50 % que menos contamina genera el 10 % de las emisiones. África no aporta prácticamente nada de emisiones. Ese ODS de eliminar la pobreza, si lo lográramos, se reducirían las emisiones solo en 2 %, ¿no? Los países pobres también tienen que hacer el esfuerzo por reducir sus emisiones, prácticamente no tiene efecto, porque esas emisiones las causan las personas en países ricos, y las personas en países ricos tienen que trabajar sobre sus emisiones, por supuesto. Pero también significa que tenemos una responsabilidad hoy de ayudar a los países pobres a adaptarse, a superar en un momento dado en que a uno se le inunda la casa, eso es el superar un problema o abordarlo en ese momento. Luego mitigar también, que es parte de la inversión que hemos realizado. Todos estamos de acuerdo, entre todos nosotros nos repetimos las mismas ideas, pero tenemos que ver de dónde van a venir los fondos y verlo de manera seria.
De una COP a otra, nos hemos comprometido a aportar fondos que no han llegado. Esto tiene que cambiar y solo puede cambiar ahora, antes de que la crisis sea tan enorme que ya no podamos actuar. Lo vimos durante la crisis de COVID. Cuando hay una verdadera crisis, los países más ricos se quedan cegados, abrumados y no pueden hacer otra cosa más que abordar los problemas que están sufriendo ellos mismos. Los países ricos gastaron el 27 % de su PIB en medidas de estímulo fiscal. Los países más pobres, según el Fondo Monetario, gastaron el 2% de su PIB en este tipo de medidas. No porque no se dieran cuenta de que había algo qué hacer, sino porque no tenían el dinero y no pueden tomar prestado necesariamente esas sumas. Entonces, el Banco Mundial, el Fondo Monetario, la OCDE, pusieron algo de esfuerzo en intentar llenar esa brecha, pero, obviamente, no bastó con eso. Por eso es tan difícil para los países en desarrollo hoy en día salir de esa crisis, porque ha afectado a muchas personas y los ha hecho pasar a la categoría de pobres. Como este problema está tan vinculado a la desigualdad entre países ricos y pobres, personas ricas y pobres, la solución también tiene que estar vinculada a ese concepto. Por lo tanto, todos los fondos que lleguen voluntariamente o fondos filantrópicos, bienvenidos sean. Pero tenemos que ir más allá. Tenemos que lograr que los fondos realmente lleguen a ese fondo fiduciario para los países más pobres. ¿Podremos imponer un tributo a las personas más ricas de los países más ricos? Eso sería difícil porque las instituciones no tienen esa autoridad. ¿Cuál es otra posibilidad? Pues, un gravamen a las sociedades, a las empresas. Eso lo podemos hacer más fácilmente. Los países del mundo están hablando de la adopción de una tasa mínima del 15 % para todas las empresas. ¿Qué tal si lo hacemos también para personas o que dependa esto de la huella de carbono de la empresa? El 1 % podríamos agregar, que fuera solo exclusivamente para los países pobres, para financiar las adaptaciones que tanto se necesitan, las protecciones sociales que tanto se necesitan, y para dejar un margen para una innovación y búsqueda de soluciones que quizás nos puedan ayudar a superar este problema. Entonces creo que es algo viable, algo factible. ¿Por qué? Porque ya lo estamos hablando como países, buscando coordinar las políticas fiscales, sería agregar un poco. Todos ya estamos hablando en el sentido correcto. No estamos tan lejos de aplicar las acciones necesarias también, y espero que todos aquí puedan buscar generar ese movimiento en esa dirección.
[Aplausos]
[Shakuntala Santhiran]
¿Qué opina, ministra, de lo que decía la profesora?
[Oulimata Sarr]
Creo que mucha gente está de acuerdo con lo que acaba de decir la profesora. Como ministros de hacienda y de economía, tuvimos un diálogo con la persona que quiere ser presidente del Banco Mundial. Los países africanos que estaban en la sala dijeron tres palabras clave: “Queremos cambiar el tenor de la rutina, queremos agilización y queremos justicia”. Entonces, la conversación en torno a la transición energética justa es real. No podemos avanzar de un salto, de esto a lo otro, sin asegurarnos de que ese capital humano les siga el ritmo a esos cambios.
Lo que quisiera agregar también, alguien mencionó los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En 2015, como saben, los países del mundo acordaron una agenda, que ya para 2030 va a ser el plazo de ese compromiso. Hay un ODS esencial, catalizador de todos los demás, los otros 17. ¿Cuál es ese ODS más importante? ¿Cuál es su número? ¿Quién sabe? El número cinco, de igualdad de género y empoderamiento de la mujer. Sí. Felicitemos a las mujeres en la sala. En cuanto al clima, yo doy el ejemplo de Senegal en cuanto a la agricultura resiliente al clima. Las investigaciones muestran que, en general, si a un agricultor se le enseñan nuevas técnicas, nuevas tecnologías, las mujeres suelen retener esa información y replicarla. Entonces, sabemos que, si queremos garantizar que la agricultura, la soberanía alimentaria se mantengan a lo largo del tiempo, es importante que las mujeres agricultoras tengan las destrezas necesarias. Por eso, siempre le digo a la gente: “¿Recuerdan los ODS?”. Porque si estamos hablando de la Muralla Verde, saben que Senegal es parte de esta solución regional. En la reunión, hoy, lo hablamos. Algunas de las soluciones tienen que ser regionales, de carácter regional. En el Sahel en particular, tenemos un programa emblemático llamado la Gran Muralla Verde, que va desde Senegal hasta Djibouti. Es la intención. ¿Quiénes son las anclas de esa iniciativa de la Muralla Verde? Son las mujeres, ellas son quienes plantan los árboles, se aseguran de protegerlos de las plagas. Sabemos que ellas desempeñan un papel esencial en la adaptación al clima. Todo lo que sabemos y en todo lo que hacemos tenemos que asegurarnos de tener la participación de ellas. Eso quería agregar.
[Shakuntala Santhiran]
Bien, entonces estamos escuchando que hay muchas necesidades, Axel, la necesidad de apoyo de financiación, por supuesto. También tenemos que movilizar el conocimiento. Realizar inversiones inteligentes en el capital humano. ¿Cómo puede ayudar a esto el Banco Mundial? ¿Cómo va a responder?
[Axel van Trotsenburg]
Yo también quisiera hablar del dinero y de las ideas que se están considerando. Conocemos las necesidades, son enormes, y la financiación no está dando abasto. No olvidemos que hace 50 años, las Naciones Unidas aprobaron una resolución. Los países industriales tenían que dedicar el 0,7 % de su PIB al desarrollo. Eso solo ha ocurrido en cinco países. El desarrollo y la ayuda para el desarrollo se han quedado, aproximadamente, al nivel de 0,33 %, con el problema agregado de que cada vez hay más gastos en los países industrializados, que se están contando hacia esto. Entonces, menos dinero para los países pobres. Estoy de acuerdo con Esther, hay muchas opciones que podemos tener en cuenta, pero hoy encaramos una falta de voluntad política para realizar las inversiones necesarias. Ese es el problema principal.
En la conversación sobre los procesos de reforma del Banco, pido yo a cada delegación, después de seis meses de conversaciones, ¿cuál es su ambición? ¿Cuál es la ambición de lo que quieren para el Banco Mundial en cinco o diez años? ¿Que quede igual, duplique, triplique? ¿Cómo debe responder el Banco Mundial a los desafíos que enfrentamos? En lo personal, yo creo que deberíamos ser muy ambiciosos. Para esto vamos a necesitar recursos. También necesitamos, básicamente, que todos sigan brindando apoyo a los países en desarrollo. Hay mucho desinterés. Este interés tiene que traducirse en voluntad política y en dinero. Estoy de acuerdo con las nuevas alianzas que debemos crear con el sector privado, con las organizaciones filantrópicas. Andrew, queremos trabajar con ustedes. Podemos gastar 5 mil millones del dinero de ustedes, podemos sentarnos a hablar cuando quieran y logremos un trato. Ese es mi desafío para ustedes. Me gusta ese dinero, lo necesitamos. Así es que no va a haber problema ahí. Pero hay un tema. Creo que necesitamos una coalición amplia, y eso es importante. La filantropía también tiene que estar involucrada en la defensoría y promoción de estas alianzas. En cuanto al conocimiento, claro que podemos aprender los unos de los otros, eso queda claro y tenemos que hacer más y más de esto. Yo siempre digo que un banco sin ideas está en la bancarrota. Necesitamos conocimiento e ideas, y tenemos que intercambiarlas. Este es un aspecto muy importante y además de las ideas, necesitamos el dinero y necesitamos poder ampliar escalas. La ministra acaba de mencionar la Muralla Verde en la zona de Sahel. Eso lo apoyamos. También el proyecto de empoderamiento de la mujer, es un proyecto maravilloso. El problema es que en los cinco países del Sahel tenemos 82 millones de personas que viven, la mitad son mujeres, y estamos llegando a menos de 1 millón, tenemos que llegar a 10 millones o 20 millones de mujeres con nuestro apoyo. Por eso, creo que necesitamos nuevas coaliciones, trabajar con el sector privado, sí, pero tenemos que incluir más sectores también.
[Shakuntala Santhiran]
Esa necesidad de ampliar la escala se refiere a una pregunta que recibimos del público. Hemos estado recibiendo preguntas antes y durante esta sesión. Esta es una pregunta anónima. La persona pregunta acerca de las innovaciones de base que están realizando grupos vulnerables que se enfrentan directamente a los efectos del cambio climático La investigación y las multilaterales como el Banco Mundial, ¿cómo pueden aprender de estas innovaciones y ampliar su escala? Esther.
[Esther Duflo]
Es una pregunta excelente y lo mencionamos una vez más. Las ideas tienen que venir de las personas que están experimentando los problemas y tenemos que ir más allá, no solo hablar de esto, ver qué hacemos al respecto. En el Banco Mundial, tenemos la iniciativa de Evaluación de impacto para el desarrollo, con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y la Agencia Francesa de Desarrollo, tenemos otras iniciativas con la organización con la que trabajo yo también. Buscando ideas que están surgiendo directamente de actores en países en desarrollo, pueden ser activistas, empresas, gobierno, las ONG, que nos den sus ideas para tener acceso fácil, darles acceso fácil a recursos para realizar proyectos piloto y luego ampliar esa escala cuando han dado buenos resultados. Desde la perspectiva de FID, en Francia, hemos visto ideas que salen de regiones del Sahel, del África de habla francesa, que han quedado excluidas de este ecosistema, y son ideas excelentes, de carácter más detallado o más amplio. Entonces, tenemos que darle apoyo a esta innovación con dinero, con apoyo logístico, trabajar juntos con investigadores y con los iniciadores de estas ideas sobre el terreno. Esto lo tenemos que ampliar. Parte de la acción de un fondo que se dedica a luchar contra el cambio climático y ayudar con la adopción, parte de su papel sería brindar apoyo a esas innovaciones de base y asegurarse también de que existan las destrezas necesarias ahí.
[Andrew Steer]
Sí, esa pregunta es excelente. Entre el 5 % y el 10 % de los fondos para la adaptación van a las personas que ya están en mejores condiciones y mejor preparadas. Seguro que el Banco Mundial ya hace esta pregunta, ¿es posible llevar estos fondos más cerca de las primeras líneas, los más afectados? En muchos casos no se está haciendo. Hemos avanzado algo y no hemos hablado mucho acerca de la protección social, pero ahora hay una moda de hacer llegar efectivo a personas por medio de sus teléfonos móviles. Es una revolución que se está dando, pero no se ha llegado todavía a nada. Está la Gran Muralla Verde, 100 mil hectáreas que se van a restaurar para 2030. ¿Quién lo va a hacer? Algunas empresas grandes sí, pero la gran mayoría del trabajo lo harán decenas de miles de grupos de agricultores, cooperativas, agricultores individuales, ONG. ¿Cómo se les hace llegar el dinero? Esta mañana tuvimos una reunión con Donald Kaberuka y un equipo africano. ¿Qué instituciones de intermediación podemos tener en África para asegurarnos de que el 90 % de los fondos lleguen a las personas que lo necesitan? Tenemos los mercados de carbono voluntarios, nosotros lo gestionamos. El problema es que los pobres en los países que reciben las inversiones no participan de esto. Nueve millones de dólares se han dado para ayudar a personas indígenas en Amazonas, para que tengan voz, dándoles asesoría jurídica y, por encima de todo, dándoles la capacidad para participar de manera que puedan recibir lo que justamente les corresponde. Es una iniciativa excelente, tenemos que acelerarla.
[Shakuntala Santhiran]
¿Qué puede aprender el Banco Mundial acerca de estos grupos de base?
[Axel van Trotsenburg]
Bueno, en primera, creo que la actitud debe ser lo más abierta posible. Hay que ir adaptándose constantemente a todo lo nuevo. Lo que se mencionó acerca de la digitalización nos ha ayudado con medidas de protección social, en particular durante la crisis alimentaria, llegando a decenas de millones de personas porque pudimos transferir los fondos a sus cuentas. Así que esta ha sido una gran mejora, tenemos que seguir por este camino. También tenemos que estar siempre con presencia sobre el terreno. Ahora, en todos los países donde operamos, tenemos una presencia in situ, porque cuando tratamos temas de la realidad de los países, podemos aprender, podemos entender mejor y podemos reaccionar mejor. Así es que en el este de Asia, por ejemplo, el 80 % de nuestro personal está sobre el campo. Por eso podemos recibir una retroalimentación mucho más ágil y aprender y reaccionar. Tiene razón en lo que dijo Esther. La evaluación de impacto tiene que hacerse de manera mucho más sistemática porque así se brinda una herramienta de aprendizaje muy importante para ajustar mejor y corregir la debilidad que pueda existir en los diseños de los proyectos. Esto es algo que estamos haciendo. Claramente, tenemos que hacerlo mucho más, pero creo que hay mucho interés porque los resultados importan.
[Shakuntala Santhiran]
Claro que importan. Necesitamos resultados con urgencia. Hemos estado hablando de distintas maneras de invertir en el capital humano. Se ha mencionado la educación como aspecto sumamente importante. Aquí tenemos una pregunta de Muhammad Nadeem, que nos está viendo. ¿Por qué no hacer que la educación climática sea obligatoria? ¿Quién quiere responder? ¿Esther?
[Andrew Steer]
Todos los que estén a favor de ello. ¿Quién está en desacuerdo?
[Shakuntala Santhiran]
¿Tiene sentido que sea obligatoria?
[Andrew Steer]
Sí. Sí, debemos hacerlo. Cada país individualmente tiene que tomar esa decisión.
[Axel van Trotsenburg]
Esta educación, ya que estamos hablando del Banco Mundial, la gente va a creer que es obligatoria para los países en desarrollo. Yo diría que en los países desarrollados, porque ahí es donde radica el problema principalmente. Empecemos con esa educación ahí y luego ampliémosla. Pero ese no es un consejo solo para los países en vías de desarrollo, debe empezar aquí en el mundo desarrollado.
[Shakuntala Santhiran]
Vamos a tener que ir concluyendo nuestra conversación. Ministra Sarr. ¿Qué reflexiones tiene de cierre? Hemos hablado de ideas, perspectivas. ¿Cómo mantenemos ese impulso? ¿Cómo seguimos avanzando con el sector privado, el público, el sector académico? ¿Qué papel puede desempeñar el Proyecto de Capital Humano?
[Oulimata Sarr]
Pues, me queda claro de nuestra conversación del día de hoy que tenemos que enfocar esto de una manera integral. Hemos hablado de las políticas, destrezas, financiación, tecnología, infraestructura básica. Hoy, en la reunión en el cónclave, tuvimos ejemplos buenos que dieron todos los países, así es que eso nos da una plataforma para intercambiar conocimiento, para crear una comunidad, y nos permite ahorrar tiempo también, porque hemos estado diciendo toda esta semana que el desarrollo no puede esperar. Estamos en una situación de urgencia. Muchos países acaban de salir de la pandemia de COVID y ahora se enfrentan a las consecuencias del clima, de la guerra en Ucrania, del extremismo violento en el Sahel. Esa idea de la urgencia es el hilo conductor de todo esto. ¿Cómo se come un elefante? ¿Saben ustedes? Hay que comerlo en pequeños pedacitos. Hoy tenemos que hacer esa lista de actividades a corto plazo, lo que podemos comer hoy y luego a mediano y largo plazo. Pero el mensaje de que no nos queda ya tiempo y el desarrollo ya no puede esperar sería mi reflexión de cierre.
[Shakuntala Santhiran]
Muchas gracias ministra, por hablar con nosotros. Queda muchísimo por hacer, claramente. Esperamos que esta conversación les haya regalado inspiración e ideas, y haya mostrado el valor y la necesidad de invertir en las personas, en el capital humano, para avanzar en resolver nuestra crisis climática y crear un ciclo virtuoso entre las personas y el clima, las personas y el planeta. Un doble dividendo que beneficia a las poblaciones y al planeta.
Pueden ver esto en envivo.bancomundial.org. Sigan haciéndonos llegar sus comentarios en línea. Y si tienen interés en saber más acerca de la inversión en el capital humano, un recurso útil es el Proyecto de Capital Humano, www.bancomundial.org/es/publication/human-capital es la parte del sitio en Internet del Banco Mundial donde van a encontrar este recurso. Muchas gracias.
[Música]
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