Conferencia de prensa de apertura
- ACERCA DEL EVENTO
- AGENDA
- TRANSCRIPCIÓN
El presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass, se dirigió a la prensa durante el inicio de las Reuniones de Primavera de 2023 del Grupo Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Proporcionó información actualizada sobre los esfuerzos del Grupo Banco Mundial para ampliar rápidamente su apoyo a los países y ayudarlos a afrontar las crisis superpuestas de la pandemia de COVID-19, la invasión rusa a Ucrania, la inseguridad alimentaria y el empeoramiento de los impactos del cambio climático. También se refirió a las medidas que la comunidad mundial debe adoptar para responder a los desafíos del desarrollo mundial en el presente y a largo plazo.
00:00 Bienvenida
00:45 Palabras de apertura del presidente del GBM President David Malpass
06:51 China en el contexto de la economía global
08:43 Alivio y reestructuración de la deuda para países de bajos ingresos
13:05 Egipto: Deuda, apoyo de sector privado, desafíos
16:50 Proyecciones de crecimiento para América Latina y Brasil
20:08 Nigeria: Economía, deuda, subsidios
25:31 Deuda y reparto de la carga / Agitación en el sector bancario
32:50 Cambio climático y deuda
36:53 La crisis humanitaria en Afganistán
40:24 La transición energética en Marruecos
43:05 Cierre
SR. THEIS: Buenos días. Es un placer verlos aquí tan temprano. Gracias. Soy David Theis, secretario de prensa del Banco Mundial, y les doy las gracias por participar en esta conferencia de prensa de las Reuniones de Primavera de 2023 con el presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass.
El Sr. Malpass pronunciará unas palabras de apertura y luego pasaremos a las preguntas. En esta sesión informativa oficial les pediré que por favor hagan una sola pregunta y digan su nombre y el medio al que pertenecen. Gracias. Espero que todos estén bien.
Adelante, señor Malpass.
SR. MALPASS: Gracias, David. Hola a todos. Buenos días. Hoy empezamos temprano. Esta semana las reuniones han ido bien. Ha habido muchas actividades en el contexto de una economía mundial que en 2023 está desacelerándose. Esto se debe a que persiste la inflación, los precios del petróleo son elevados, se han producido problemas crediticios, y el mundo se encuentra en un largo período de normalización de las tasas de interés tras un extenso lapso en el que estuvieron artificialmente bajas. Por lo tanto, llevará tiempo lograr que los precios de los activos se acomoden y que los flujos de capital se dirijan a usos más productivos. La mejor manera de salir de esta situación será implementar políticas que generen más crecimiento, más producción y mejores niveles de vida para las personas. Y, por supuesto, ese es el objetivo del Banco Mundial para los países en desarrollo.
Debemos romper este círculo en el que el capital del mundo se absorbe tan solo en el pago de las deudas nacionales y en los reembolsos a personas que ya tienen dinero, de modo que pueda destinarse a usos productivos y nuevas inversiones. Nuestros informes muestran que, en los países en desarrollo, los niveles de inversión no son suficientes para generar mayor crecimiento y, en muchos casos, ni siquiera compensan la disminución del capital que se registra en esos países.
Todo esto agrava la situación de los pobres. Y esa es, una vez más, la misión del Banco Mundial: lograr el alivio de la pobreza, lograr la prosperidad compartida y lograr que los niveles de vida suban de manera sostenible. Ese fue el resultado de las deliberaciones que mantuvimos con nuestro Directorio Ejecutivo sobre la evolución del Banco Mundial. Hemos encarado un esfuerzo de largo plazo, en el que llevamos trabajando muchos meses. No voy a entrar en detalles aquí, pero mencionaré que el Directorio reafirmó con claridad los objetivos de aliviar la pobreza (que es una meta primordial) y de impulsar la prosperidad compartida. Ese es el elemento central de nuestra labor, que se lleva a cabo en un contexto... Para avanzar hacia esos objetivos es necesario hacer más hincapié en la sostenibilidad, la resiliencia y la inclusión, lo cual se está poniendo en práctica a través de las políticas operativas del Banco.
Asimismo, en este proceso de evolución, manifestamos el compromiso de mejorar nuestro modelo operativo para fortalecer los servicios que brindamos a todos los clientes, tanto a los países de ingreso mediano como a los de ingreso bajo. También hubo consenso sobre las maneras de aumentar la capacidad financiera del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), reduciendo la relación capital‑préstamos al 19 %. Tenemos un programa piloto de capital híbrido para inversionistas de los mercados de capital y un programa ampliado de garantías bilaterales. Todo esto, en conjunto, puede aportar hasta USD 50 000 millones en nuevo financiamiento del BIRF en los próximos 10 años.
En el marco de estas Reuniones de Primavera del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), ayer fue un día ajetreado. Participé en reuniones sobre la evolución de los bancos multilaterales de desarrollo (algunas de las cuales copresidí) y en la mesa redonda mundial sobre la deuda, en la que analizamos seriamente las formas de reducir el endeudamiento. Permítanme mencionar varias cosas que surgieron de esos encuentros.
Una es la importancia de los plazos del proceso, ya que los inversionistas realmente necesitan algún tipo de certeza sobre cómo se llevará a cabo. Es necesario que se transmita información desde el inicio. El FMI y el Banco Mundial divulgarán el análisis de sostenibilidad de la deuda en las primeras etapas de avance. Estamos elaborando una nota con las normas correspondientes. Adicionalmente, se instó a dar a conocer los contratos. La transparencia es fundamental en este proceso. Asimismo, se discutió y acordó que, en las reestructuraciones, la carga debía distribuirse de manera equitativa entre los distintos acreedores. Se organizará un taller al respecto, que comenzará en mayo, en el que se analizarán las técnicas para lograrlo.
También ayer, además de las reuniones sobre la deuda y los bancos multilaterales de desarrollo, hubo conversaciones en torno a Ucrania, puesto que la guerra continúa. Además, tuvieron lugar los encuentros del Grupo de los Veinte (G‑20), que continuaron hasta la noche, las reuniones del Grupo de los Siete (G‑7), y es muy importante señalar que también se reunió el Comité para el Desarrollo del Banco, integrado por nuestros Gobernadores, quienes mostraron un fuerte respaldo a la dirigencia del Banco Mundial y al proceso de evolución que está atravesando la institución.
Si pensamos en el panorama general de la actualidad, vemos que la desaceleración del crecimiento mundial es lo que agrava los problemas de los países en desarrollo. El Banco Mundial está trabajando en todos estos asuntos, pero la realidad del mundo es que no hay recursos suficientes, y los problemas van en aumento. Cuando pensamos en el futuro del Banco, el objetivo de la Administración es trabajar con más dedicación, más eficiencia, de mejor manera y con más firmeza en proyectos de alto impacto en todo el mundo.
Muchas gracias.
SR. THEIS: Gracias a usted.
Ahora pasemos a las preguntas. ¿Se puede iluminar un poco más la sala? Está bastante oscuro para una conferencia de prensa. Pero veo a Xinhua en la primera fila, aquí. Si le pueden alcanzar... Espere que le den el micrófono, por favor. Y si pudiéramos tener un poco más de luz, sería genial.
Muchas gracias.
SR. MALPASS: Ah, ahora sí. Ahora los vemos. Hola a todos.
SRA. PAN: Gracias, David, por aceptar mi pregunta. Usted advirtió recientemente sobre la desaceleración económica mundial de este año y señaló las notables excepciones de China e India. ¿Podría hablar un poco más sobre el impulso de la economía china y lo que significa una mejora de las perspectivas del país en este panorama económico mundial frágil? Gracias.
SR. MALPASS: Muchas gracias. Estuve en China en diciembre, cuando se levantó el confinamiento. Lo que estamos viendo en ese país es el rebote que sigue al confinamiento. Esto significa que en 2023 el crecimiento puede llegar al 5,1 % después del 3 %, aproximadamente, alcanzado en 2022. Eso representa un repunte. Contribuye al crecimiento mundial y también refleja los esfuerzos explícitos de China por acelerar el proceso de apertura y lograr que las cadenas de suministro comiencen a restablecerse a medida que abastecen los suministros mundiales.
Creo que esto también ocurre en el contexto de un reajuste de las cadenas de suministro mundiales después de las circunstancias del período de la COVID-19. Se había generado una fuerte dependencia respecto de China, por lo que el mundo también está buscando diversificar las cadenas de suministro. En ese contexto, el crecimiento de China es un adicional muy bienvenido en un año como 2023. Pero también plantea el desafío de cómo lograr la producción más eficiente de una manera diversificada en todo el mundo.
Gracias.
SR. THEIS: Gracias. Estupendo.
Veo a Shabtai Gold aquí, con corbata roja, por favor. ¿Le podemos alcanzar el micrófono, por favor? Gracias.
SR. GOLD: Muchas gracias. Buenos días. Quería preguntarle acerca de la mesa redonda sobre la deuda que se llevó a cabo ayer. ¿Cuánto se logró realmente, y cómo está la situación respecto de lo que ustedes querrían en este momento en lo que respecta al alivio y la reestructuración de la deuda de los países de ingreso bajo?
Gracias.
SR. MALPASS: Gracias. Una reestructuración significa que se logra un cambio en el contrato de endeudamiento con el fin de que resulte más sostenible para el país. Esto puede lograrse modificando la tasa de interés de un préstamo o extendiendo el vencimiento. También se puede reducir el monto del principal del préstamo. Ese es el objetivo final para los países.
En el Marco Común, en el proceso del Marco Común del G-20, se buscó poner eso en marcha. Pero el Banco Mundial y el FMI han trabajado para encontrar formas de mejorar el procedimiento del G-20 de modo que fuera más oportuno, que avanzara y lograra resultados en términos de sostenibilidad de la deuda de los países. Aún hay mucho por hacer y los detalles son importantes.
Estuvimos conversando sobre Zambia, que ha participado en las reuniones y que desde hace dos años está trabajando con la comunidad mundial para reestructurar su deuda en el contexto de un programa económico muy exitoso. Zambia ha hecho más que la mayoría de los países en lo que respecta a lograr disciplina fiscal y establecer políticas orientadas al crecimiento que permitan fortalecer la economía. Pero aún no se le ha ofrecido una reestructuración que reduzca la carga de su deuda. Esperamos que se firme un memorando de entendimiento, que es el objetivo de este proceso. Esto podría ocurrir esta semana o la que viene, pero China tendría que estar de acuerdo, es una parte importante de todo esto.
Los acreedores del sector privado son fundamentales y deben participar plenamente. Ayer conversamos sobre el hecho de que el Banco Mundial proporciona alivio implícito de la deuda a través del proceso de la Asociación Internacional de Fomento (AIF). La AIF es el fondo para los países más pobres y constantemente brinda un alivio muy significativo, a menudo a través de donaciones directas. Por ejemplo, en el caso de Zambia, a partir del 1 de julio, toda nuestra asistencia se otorgará en forma de donaciones. Por lo tanto, corresponde a los otros acreedores, y en particular a China, ofrecer un alivio real de la deuda que permita al país ser sostenible.
Puedo hablarles de cada país, pero son detalles específicos. En Ghana, buscamos que se forme el comité de acreedores; en Etiopía, que haya reformas estructurales que logren el apoyo de un programa del FMI. Y eso conduce directamente al sistema cambiario. Utilizan un sistema doble en el que el financiamiento del tipo de cambio oficial en favor de un grupo reducido de personas resulta muy caro. Por lo tanto, se debe dejar eso de lado para que se genere un crecimiento más sólido en Etiopía. En mi opinión, si el país mejorara su sistema cambiario, los capitales regresarían. En este momento, los exportadores guardan sus fondos en el extranjero.
Si Etiopía unificara el tipo de cambio, tema que se está discutiendo en el marco de su programa económico, se produciría un aluvión de inversiones, lo que mejoraría considerablemente la situación desesperante en la que se encuentra África oriental. Esa región enfrenta hambruna y condiciones climáticas muy, muy difíciles, además de la escasez de fertilizantes que se observa en todo el mundo debido al precio elevado y la falta de disponibilidad del gas natural.
Todos estos son desafíos relacionados con el marco de la deuda. Gracias.
SR. THEIS: Gracias. Pasemos a Al-Ahram aquí, de verde, por favor. Gracias.
SRA. ABDEL-MONEIM: Gracias, David. Mi nombre es Doaa Abdel-Moneim de Ahram Online, Egipto. Tengo dos preguntas referidas a Egipto.
La primera es: si el Banco Mundial espera que la deuda de Egipto aumente significativamente en 2023 y en los años siguientes, ¿cómo ve el tema y cuáles son los principales motivos de esta previsión?
La segunda pregunta es: ¿cómo analiza los acontecimientos producidos recientemente en Egipto en lo que respecta a los procedimientos de apoyo al sector privado y, en primer lugar, cómo ayuda el Banco Mundial al país en estos tiempos difíciles? Gracias.
SR. MALPASS: Gracias. Estaba buscando nuestras previsiones para Egipto. En 2022 se observa un crecimiento real del 6,6 %, y se espera un 4 % en 2023. Pero debo señalar que, en los países con devaluaciones y alta inflación, es difícil hacer el seguimiento del crecimiento real, porque a medida que sube la inflación, la carga recae en los pobres, que no pueden hacer frente al aumento de los precios. Esto genera desafíos muy concretos.
Hemos trabajado en estrecha colaboración con Egipto a lo largo de los años y el FMI ha elaborado un programa que será más sólido en relación con el sector privado. Hemos alentado al país a equiparar las condiciones entre las industrias estatales y las del sector privado, lo que conduciría a un incremento de las inversiones y también de las inversiones innovadoras. Al mismo tiempo, sería bueno que se fortaleciera el sector agrícola. Cuando analizamos el aumento de la carga de la deuda, vemos que se debe en parte a que el producto interno bruto (PIB) nominal ha caído después de las devaluaciones. Si se calcula... Este es un problema general de los países donde la deuda está denominada en dólares y las monedas se debilitan, porque la carga del endeudamiento y del servicio de la deuda se vuelve aún más gravosa para la población.
Ese es un argumento que los países deben tener en cuenta, y así lo planteé en el discurso que pronuncié en Níger hace dos semanas. Es muy importante que los países cuenten con un marco macroeconómico, es decir, políticas fiscales, monetarias y cambiarias que funcionen en conjunto para generar estabilidad. Quisiera transmitir ese mensaje al público. Cuando analizamos los desafíos que enfrenta el mundo en estos momentos, vemos que las economías avanzadas se desaceleran y no comparten mucho de su capital con los países en desarrollo. Por lo tanto, va a ser muy importante —mejor dicho, urgente— que los países en desarrollo ajusten sus economías para aprovechar al máximo los limitados recursos que ofrece el resto del mundo. Y eso se traduce directamente en disciplina fiscal, en la separación de la política monetaria para que los bancos centrales no tengan que monetizar el déficit fiscal, en énfasis en políticas que conduzcan a la estabilidad cambiaria para que la inflación no aumente, y también, por supuesto, en los elementos habituales de liberalización del comercio y promoción de la actividad privada.
Eso supone aplicar políticas regulatorias que ayuden al sector privado de los países a generar un crecimiento sólido. Creo que, en el caso de Egipto, esperamos ver solidez en el futuro, y el Banco Mundial está preparado para brindarle apoyo. Pero será clave lograr estas mejoras en el clima para los negocios a fin de que el crecimiento pueda consolidarse.
Gracias.
SR. THEIS: Gracias.
Veo a Folha de São Paulo, creo. Gracias.
SR. AMÂNCIO: Hola, muchas gracias, David. ¿Puede hablar sobre el bajo crecimiento que se espera no solo para América Latina, sino también para Brasil este año? Y también me gustaría conocer sus expectativas e inquietudes sobre la economía brasileña bajo el nuevo Gobierno.
SR. MALPASS: Gracias. Voy a ver si... Les digo a todos, tenemos un crecimiento real del 2,9 % en 2022 y una desaceleración al 0,8 % en 2023. Se debe tener en cuenta que Brasil subió las tasas de interés antes que otros países. Recordemos el debate que se produjo en 2021 y 2022 sobre si la inflación iba a ser transitoria: los principales bancos centrales decidieron posponer el aumento de las tasas. Pero Brasil vio el riesgo y las elevó en ese momento.
Eso significa que ahora se está percibiendo la reacción demorada frente a los aumentos de las tasas, y también a la incertidumbre electoral que surgió. Si observamos este país, vemos que tiene un enorme potencial, claramente. Esa es una frase que se dice con frecuencia sobre Brasil. Y se debe en parte a la agricultura, la cadena logística, las cadenas de suministro que pueden provenir de Brasil.
Una de las oportunidades que el mundo ofrece a este país es como productor agrícola. Brasil importa enormes cantidades de fertilizantes de África, produce alimentos de manera eficiente y exporta al mundo. Pero la desaceleración también refleja las preocupaciones que tienen los inversionistas. Este es un desafío mundial: los inversionistas no... Los flujos de fondos antes se dirigían hacia el mundo en desarrollo y ahora en general salen de esos países.
En el caso de Brasil, urge tener políticas económicas adecuadas que posibiliten un crecimiento más rápido, y que permitan el gasto que el Gobierno está tratando de destinar a fines sociales, ambientales y relacionados con el cambio climático. Es crucial centrarse fuertemente en lograr un crecimiento más rápido en el futuro. Creo que la buena noticia es que las tasas de interés ya habían aumentado, por lo que ese no es un problema tan acuciante. Lo que más apremia es la necesidad de disciplina fiscal y eficiencia en la política regulatoria para respaldar el crecimiento.
SR. THEIS: Estupendo. Me parece que he estado ignorando a África. Vamos a la primera fila, por favor. Gracias.
SR. MALPASS: No la estamos ignorando.
SR. THEIS: Micrófono, por favor.
SR. MALPASS: La primera fila. Quiero dejar en claro que el Banco Mundial trabaja mucho en África. Casi la mitad de nuestros compromisos se destinan a África. Acabo de visitar Níger y Togo, un viaje muy interesante a una zona frágil de África que presenta los desafíos que vemos en todas las situaciones de fragilidad del mundo. A medida que el crecimiento se desacelera, se intensifica aún más la presión sobre los Gobiernos, que ya enfrentan un entorno frágil.
SR. ATEBA: Gracias, señor Malpass. Supongo que estas son sus últimas Reuniones Anuales... de Primavera, antes de que el señor Banga asuma el cargo. ¿Podría contarnos brevemente si considera que su mandato fue exitoso? ¿Se arrepiente de algo?
Y sobre Nigeria: Bola Ahmed Tinubu acaba de ganar las elecciones presidenciales, por lo que el país tendrá un nuevo Gobierno. ¿Puede hablar un poco sobre la economía de Nigeria? ¿Tiene alguna recomendación en lo que respecta a los subsidios, la deuda, etcétera, y la situación en África subsahariana? Gracias.
SR. MALPASS: No encuentro Nigeria. ¿Dónde está Nigeria? Aquí está. Lo encontré. En el caso de Nigeria, el crecimiento fue del 3,3 % en 2022 y del 2,8 % en 2023, según nuestras previsiones. Y una de las principales prioridades del Banco Mundial es lograr la prosperidad compartida de manera sostenible. En Nigeria, son muchos los cambios que se necesitan para que ese proceso pueda avanzar. Si bien el país tiene un PIB importante, una gran parte corresponde a petróleo. Esto significa que muchas personas se enfrentan a la pobreza, y es necesario enfocarse directamente en ese tema.
También se enfrentan a la inseguridad en las regiones del norte y el oeste, que constituyen un gran desafío. Por eso nosotros, el Banco Mundial, estamos trabajando arduamente en Nigeria, pero también estamos trabajando para que el sistema económico sea más productivo. Es decir, en el país hay una protección comercial que obstaculiza el desarrollo del mercado. Hay un tipo de cambio doble que resulta muy costoso para la población. La inflación es elevada y la economía no está lo suficientemente diversificada como para avanzar de manera satisfactoria.
Su pregunta inicial fue: ¿cuáles son algunos de los éxitos, de los logros? El Banco Mundial atravesó múltiples crisis, al igual que los países. La crisis de la COVID-19 fue una verdadera conmoción. Fue difícil para el personal, pero, lo que es más importante, fue muy duro para los clientes. Por lo tanto, trabajamos para actuar con gran rapidez a fin de proporcionar asistencia durante ese período y logramos un aumento de USD 150 000 millones. Esto es muy superior a los niveles normales y a los volúmenes que maneja el Banco. Y luego, cuando se desató la crisis más reciente derivada de la invasión de Rusia a Ucrania, con los consiguientes efectos en los fertilizantes, la escasez de alimentos y la falta de energía en todo el mundo, aumentamos por segunda vez el financiamiento.
El personal del Banco Mundial trabajaba las 24 horas del día para que se llevaran a cabo operaciones de préstamos, donaciones y nuevas inversiones en favor de las personas de todo el mundo. Creo que fue un gran éxito y estoy orgulloso de los resultados obtenidos dentro de la institución. Pero quería darles el contexto de Nigeria, Egipto y otros países, y señalar que la labor del Banco es verdaderamente exitosa cuando a las personas les va bien en el futuro.
Y creo que esto va a requerir cambios sustanciales en el mundo. Llegamos entonces al tema de los arrepentimientos al que se refirió en su pregunta. Espero que podamos lograr importantes avances en esta mesa redonda sobre la deuda y en relación con el sobreendeudamiento que pesa sobre los países. Y espero también que podamos superar los bloqueos estructurales que existen en muchos de los grandes países en desarrollo, donde, en lugar de converger, en lugar de lograr un crecimiento más rápido que el de las economías avanzadas, que sería el objetivo... Como lo demostró China a lo largo de décadas, un país en desarrollo puede crecer a una tasa del 10 % y alcanzar a las economías avanzadas en cuestión de años o décadas.
India lo está mostrando ahora: está creciendo aproximadamente a un 6 %, pero aspira a alcanzar un 8 % anual aplicando políticas que generen un crecimiento más rápido, mayor acceso a la electricidad, acceso al agua potable, más inversiones en agricultura, las cosas que necesitan los países. Espero que en el futuro el mundo realmente pueda perfeccionar esas técnicas con el fin de generar un crecimiento más rápido y mejores niveles de vida para los habitantes de los países en desarrollo.
Gracias.
SR. THEIS: Muchas gracias. Vamos a la segunda fila, donde está la mano levantada. Gracias, perfecto. Ya le alcanzan el micrófono.
SRA. SHALAL: Estupendo. Hola, David. Gracias por hacer esto. Quisiera volver rápidamente a la pregunta relativa a la mesa redonda sobre la deuda, pero también tengo otra pregunta. En la mesa redonda, usted dijo que había un debate en torno a la distribución de la carga.
SR. MALPASS: Así es.
SRA. SHALAL: China, hasta el momento, ha venido insistiendo para que los bancos multilaterales de desarrollo también acepten ganar menos y participen. ¿Se han echado un poco atrás durante esas conversaciones? Entiendo que se reconoció que pueden participar de otras formas. ¿Podría explayarse al respecto y luego hablar sobre ese debate? Además, ¿nos podría contar qué va a suceder en el taller?
Por otra parte, quería preguntarle... acabamos de atravesar un período de conmoción extrema en el sector bancario, y pareciera que las cosas se han calmado, pero me interesaría conocer su opinión al respecto, dado que usted trabajó anteriormente en la banca y está familiarizado con los antecedentes históricos... quería preguntarle si piensa que esta crisis... que se evitado una crisis.
Muchas gracias.
SR. MALPASS: Gracias. El proceso de endeudamiento ha sido más inclusivo, y ha incorporado a los países deudores y también a los países acreedores. A lo largo de las décadas, no se había incorporado a los actores importantes: el sector privado. Me alegró mucho que en la mesa redonda de ayer haya participado el sector privado; estuvieron presentes China y otros acreedores no miembros del Club de París, y también varios países deudores.
Este es un nuevo tipo de foro en el que las personas que deben dinero y aquellas a las que se les debe dinero conversan entre sí, y el FMI y el Banco Mundial tratan de ayudarlas a cerrar el círculo.
China venía preguntando durante años si los bancos multilaterales de desarrollo no deberían implementar una reducción de la deuda. En realidad, el planteo no tiene sentido, porque dichos organismos —y el Banco Mundial en particular— proporcionan recursos en condiciones sumamente concesionarias a los países. Esto significa que cuando el Banco participa hay de por sí una reducción implícita de la deuda. Proporcionamos a los países donaciones y préstamos a muy largo plazo con tasas de interés muy bajas. Por lo tanto, desde el punto de vista del valor neto actualizado, existe una reducción continua de la deuda. Creo que China se mostró más dispuesta a entenderlo. Esto puede discutirse con más detalle, pero, teniendo en cuenta el contexto actual, creo que estamos avanzando hacia una nueva etapa. De esa manera, se avanzó en la distribución equitativa de la carga.
En el taller, el FMI y el Banco Mundial trabajarán con los diversos participantes para entender los términos de valor neto actualizado, es decir, el valor temporal del dinero. Como ya mencioné, se pueden bajar las tasas de interés o se puede prolongar el vencimiento, o se puede reducir el monto del principal de la deuda. Entonces, ¿cómo se puede lograr que estas opciones sean comparables con una tasa de descuento estándar sobre el valor neto actualizado? Estos son conceptos técnicos clave de cómo llegar a una reestructuración. Se analizarán esos conceptos, y espero que también se analicen los atrasos, y el tratamiento de los atrasos, los intereses punitorios y los recargos, aspectos que adquieren importancia a medida que se prolonga el proceso de reestructuración de la deuda. Si pueden acelerarse los tiempos, algunas de las cuestiones técnicas resultarán menos engorrosas.
Con respecto al sector bancario, señalaré varias cosas. Una de ellas es que se ha producido un cambio importante en las tasas de interés, ya que han pasado de un valor cero durante un período prolongado a niveles más normales. En este contexto, algunas entidades tienen dificultades relacionadas con la discordancia entre los vencimientos. Esto implica un período de reajuste para decidir qué hacer con esa discordancia. Y hay quienes se vieron afectados por la situación. Algunos bancos estadounidenses sufrieron una crisis de liquidez, como en el caso del Silicon Valley Bank cuando los depositantes retiraron su dinero.
Si miramos el contexto mundial, seguramente encontraremos otros casos de discordancia entre los vencimientos, pero el desafío más acuciante, que se planteó en las reuniones de ayer, es el efecto en el crédito, en el suministro de créditos. Tanto en las economías avanzadas como en los países en desarrollo, la disponibilidad de crédito disminuye a medida que los sistemas bancarios revisan sus balances.
Por lo tanto, creo que será muy importante que el mundo piense cómo se hace para proporcionar financiamiento a corto plazo a las empresas. El financiamiento a corto plazo es el elemento vital del crecimiento. Las empresas que tratan de sumar clientes deben financiar las cuentas por cobrar y el inventario que se necesita, y el financiamiento para el comercio requerido si hay importaciones. Esto se llama capital de trabajo. La Corporación Financiera Internacional (IFC) puede proporcionarlo a empresas privadas, pero las necesidades del mundo son enormes. Entonces, cuando los sistemas bancarios se ven sometidos a presiones, es necesario redoblar los esfuerzos para incrementar el capital de trabajo.
Esa es una de las razones por las que abogo para que los bancos centrales, los principales bancos centrales, reduzcan la duración de las tenencias en sus balances. Los principales bancos centrales obtienen préstamos de los sistemas bancarios de sus países y del mundo. Por ejemplo, la Reserva Federal toma dinero prestado de bancos estadounidenses y de bancos europeos y japoneses, y lo invierte en bonos a largo plazo. Parte de ese capital debe liberarse para que se convierta en capital de trabajo y, de esa forma, se genere alivio entre los clientes de los bancos. Se trata de un problema urgente. Es necesario que el sector bancario otorgue más crédito, y ayer se discutió ampliamente la reducción del crédito bancario en las economías avanzadas y en todo el mundo.
Hace dos semanas estuve en África occidental, y allí los mercados regionales se están desacelerando y están desapareciendo. Esto sucede porque los mercados internacionales también se están reduciendo. Cuando pensamos en el impacto en los países en desarrollo, vemos que la situación representa para ellos un duro golpe en términos de financiamiento, y creo realmente que las economías avanzadas deben determinar con urgencia el curso de acción que se seguirá para reactivar el financiamiento del capital de trabajo.
Gracias.
SR. THEIS: Muchas gracias. En el medio, un poco más atrás: Alex Brummer. ¿Le podemos alcanzar el micrófono, por favor? No, disculpe. Va a hablar otra persona. Gracias, igualmente.
SR. BRUMMER: Sr. Malpass, ¿cree que el Banco Mundial se ha politizado demasiado, habida cuenta de que su propia partida parece ser, en cierto sentido, una partida orquestada que se relaciona con el cambio climático y las batallas mediáticas sobre ese tema? Y en segundo lugar, la forma en que toda la cuestión de la deuda está evolucionando parece ser muy política. El Banco parece haberse convertido en un campo de batalla entre Estados Unidos y China, y en un campo de batalla sobre el cambio climático.
SR. MALPASS: Responderé en un contexto diferente. Si pensamos en la historia mundial de los últimos 50 años —me incorporé al Gobierno de los Estados Unidos en 1984, y ya perdí la cuenta del tiempo que pasó—, vemos que las instituciones financieras internacionales —el FMI, el Banco Mundial y el resto— siempre han tenido que lidiar con desafíos políticos. Esa es la naturaleza de la labor del Banco Mundial, es decir, trabajar en países durante el período de elecciones, etcétera, y tenemos accionistas que son difíciles. Yo tuve el privilegio de trabajar en el Banco y de ser presidente, y fueron cuatro años muy ajetreados. Por eso, ahora es un buen momento para buscar nuevas oportunidades, cosa que estoy haciendo activamente, y para que el Banco haga una transición.
En cuanto a los puntos específicos que plantea con respecto al clima, no es un tema fácil para el mundo. Y no sé si la pregunta se centra especialmente en el Banco Mundial o en mí. Es un desafío mundial. La mitigación es costosa, y los costos son altos, teniendo en cuenta que el mundo ya enfrenta una escasez descomunal de educación y de atención médica y está trabajando para mejorar estos aspectos.
Esto genera la necesidad natural de buscar un equilibrio, que es lo que el mundo está tratando de hacer. Me tocó estar en medio de esa situación aquí en el Banco Mundial. Elaboramos un plan de acción sobre el cambio climático que logró que el mundo reconociera que era necesario integrar el clima y el desarrollo. Esa fue la piedra angular de nuestro plan de acción. Y funcionó bien. Creo que el mundo ha internalizado esa idea y la está adoptando, y que esto se vio reflejado en el proceso de evolución que estamos atravesando en el Banco, donde el Directorio Ejecutivo y quienes aportan el capital pensaron cómo hacer las cosas de otra manera. Pero se reconoce plenamente que todos deben trabajar más y en conjunto para abordar la adaptación. Los habitantes de los países en desarrollo se enfrentan a las consecuencias del cambio climático, pero no tienen los recursos para encararlas como es debido.
Supongo que quería ponerlo en contexto, dado que es natural que las instituciones financieras internacionales tengan que negociar con sus accionistas. Estoy muy satisfecho con los resultados. Hemos logrado mucho durante estos años, y esto se vio reflejado ayer en la reunión de gobernadores. Hablaron en términos elogiosos de la Administración del Banco Mundial, de su personal y de sus conquistas. Así que estoy satisfecho con el rumbo.
Y una de las cosas que quería hacer era garantizar un traspaso ordenado a mi sucesor, y creo que ese proceso está yendo bien. Espero con ansias el momento de la transición y deseo también que el Banco Mundial haga un buen trabajo en el futuro.
Gracias.
SR. THEIS: Muy bien. Creo que tenemos tiempo para una o dos personas más. Afganistán, usted ha esperado mucho tiempo. Le agradecemos la paciencia. Espere que le den el micrófono, por favor. Muchas gracias. Debería estar encendido. Siga hablando, que ya lo encienden.
SRA. KARIMI: Muchas gracias. Bien. Mi nombre es Nazira Karimi. Soy periodista afgana. Como saben, la situación de Afganistán es crítica. Los talibanes tienen el poder y la situación de las mujeres es muy mala.
Quisiera preguntarle qué piensa de los talibanes. Aunque nadie los reconoce, Afganistán está recibiendo dinero: unos 40 millones por semana. Este dinero se envía en concepto de ayuda humanitaria, pero nunca llega al pueblo afgano. No sé cuál va a ser su política con respecto a Afganistán en el futuro. La situación de todas las mujeres es muy mala.
Muchas gracias. Se lo agradezco.
SR. THEIS: Muchas gracias.
SR. MALPASS: Gracias. Sí, en Afganistán ha habido un cambio de rumbo verdaderamente horrible que ha quitado libertades a las mujeres y a las niñas. Y esto afecta nuestros programas. Lo que hicimos... la evacuación en sí misma se produjo de manera repentina y fue traumática para el personal del Banco Mundial, pero aún más para el pueblo afgano y todos los trabajadores asistenciales que estaban en Afganistán, y las consecuencias todavía se hacen sentir.
Yo estaba con la canciller Merkel en el momento de la evacuación; si mal no recuerdo, fue en agosto de 2021. Y fue devastador para Alemania, que había estado participando en Afganistán y enfrentaba una evacuación muy repentina para la que no se había preparado. Como el Banco Mundial cambió sus programas, hubo un cese de nuestra... nuestros funcionarios se fueron del país. Pudimos reubicarlos en Islamabad y en Dushanbé, es decir, en Tayikistán y en el vecino Pakistán. Muchas de esas personas trabajaron duro para continuar los programas en Afganistán, pero los esfuerzos se vieron socavados por los talibanes.
Trabajamos a través del Fondo Fiduciario para la Reconstrucción de Afganistán, y somos el depositario de este fondo, que ha sido el grupo de donantes que en alguna medida ha seguido enviando flujos de fondos a Afganistán. Estamos trabajando arduamente con los donantes para determinar, en función de sus intereses, qué se debe hacer en un país que tiene enormes necesidades, necesidades humanitarias muy apremiantes, pero que está regido por un sistema gubernamental con el que es muy difícil interactuar. Se trata de una relación que evoluciona constantemente y que las personas vuelven a evaluar semana a semana preguntándose si hay algo que se puede hacer para contribuir a la educación de las niñas, por ejemplo. Es difícil. ¿Y cómo se puede incorporar realmente la ayuda alimentaria en un régimen en el que los sistemas de pago en moneda no funcionan?
Estamos sinceramente preocupados por el pueblo de Afganistán. Muchas gracias.
SR. THEIS: Muchas gracias. Una última pregunta, y, dado que en el otoño nos vamos a Marrakech, qué mejor que una pregunta de Marruecos. El señor de anteojos que está en la tercera fila allá atrás, por favor. Muchas gracias.
SR. BENCHEKROUN: Muchas gracias. Como saben, Marruecos inició su transición energética hace algunos años. Me gustaría saber qué opina de esta transición.
Muchas gracias.
SR. MALPASS: Gracias. Y a lo que se refería David es a que las Reuniones Anuales del Banco Mundial y el FMI se van a realizar en Marrakech en octubre.
Estuve en Marruecos hace un año. La transición energética consiste en aumentar considerablemente la producción e instalación de paneles solares, y en complementar el uso del gas natural como fuente de energía, lo que representa una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero con respecto a la alternativa. Una de las mayores preocupaciones que hoy se observan en el mundo es el gran aumento del uso del carbón en Europa y los contratos a largo plazo que ha celebrado Europa para el suministro de gas natural y de carbón, lo que genera escasez en muchas partes del mundo en desarrollo.
Por eso, los países están acelerando la instalación de sus plantas de energía solar y trabajando para tratar de asegurar de cierta forma el suministro de gas natural y evitar así el uso de generadores diésel. Como saben, el aumento del uso de los generadores diésel —una fuente de energía con elevada intensidad de carbono— constituye un problema en muchos países, como Nigeria, Sudáfrica y muchos otros que pueden permitirse el uso de generadores diésel.
Por eso, una de las cosas que estamos tratando de hacer es evitar ese resultado para los países en desarrollo. Ayer también se discutió en bastante profundidad el desafío del acceso a la electricidad. Este es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible fundamentales, pero todavía hay 800 millones de personas en todo el mundo que no tienen acceso a la electricidad, y lo preocupante es que ese número va en aumento mientras colapsan las redes en algunos de los principales países productores de electricidad del mundo en desarrollo. Esto en sí mismo es motivo de preocupación; estamos yendo hacia una situación en la que personas que tenían electricidad pierden el acceso al servicio. Las energías renovables pueden proporcionar parte de la electricidad adicional, y ya lo están haciendo. Además, estamos trabajando activamente en el almacenamiento en baterías y en técnicas de paneles solares ampliables, y Marruecos es un participante muy fuerte en ese programa.
Muchas gracias.
SR. THEIS: Muchas gracias a todos. Gracias, señor Malpass.
SR. MALPASS: Muchas gracias.