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El mundo se enfrentó a un problema de acción colectiva: los países priorizaron inversiones nacionales, mientras que los desafíos globales como el cambio climático, las pandemias y las crisis alimentarias exigían medidas conjuntas, lo que creó una subinversión sistémica en bienes públicos mundiales. En la Conferencia de Hamburgo sobre Sostenibilidad 2025, líderes nacionales y del campo del desarrollo exploraron formas de reestructurar el financiamiento internacional para promover soluciones transformadoras. Se presentó el Marco de Incentivos Financieros del Banco Mundial y el Servicio de Oportunidades Mundiales y Regionales de la AIF, dos mecanismos innovadores que recompensan a los países por implementar proyectos con beneficios transfronterizos. Además, se explicó cómo las pequeñas donaciones pueden generar un gran impacto mundial a través del nuevo Fondo para un Planeta Habitable, que abarca desde la transformación energética hasta la gestión del agua.