De cara al futuro: Generar resiliencia y reformular el desarrollo
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El presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass, y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, dieron inicio a las Reuniones de Primavera con una conversación sobre los desafíos complejos que enfrenta la economía mundial.
Hablaron sobre los problemas de deuda de los países en desarrollo, el lento crecimiento económico, la elevada inflación, así como cuestiones relativas a la sostenibilidad financiera y la cooperación internacional.
“Cómo podemos colaborar [con los países] para encontrar una senda que signifique mejor crecimiento”, dijo el presidente Malpass. “Los desafíos, las cargas siguen aumentando: la carga de la deuda, del costo climático, de los mayores precios de los alimentos”.
Los dos dirigentes también conversaron sobre algunos de los impactos de la pandemia que aún afectan a las economías y reflexionaron sobre el apoyo que ambas instituciones proporcionaron a la comunidad internacional durante la crisis.
[Noreyana Fernando]
Hola, gracias por estar con nosotros aquí en Washington D. C. para las Reuniones de Primavera del Grupo Banco Mundial y el FMI 2023. Yo soy Noreyana Fernando, anfitriona de Desarrollo de la resiliencia y vamos a forjar otra vez el desarrollo. Es una conversación entre la directora gerente Kristalina Georgieva y el señor David Malpass. Han pasado tres años desde la pandemia y todavía hay incertidumbres en la economía mundial. Los pobres y los vulnerables son los más afectados por la inflación. La crisis del costo de vida también los afecta, así como la desaceleración de crecimiento, el cambio climático también y la guerra de Ucrania, que trastornan la vida y el sustento de vida en todo el mundo. Estas Reuniones de Primavera se concentran en estos retos mundiales y cómo podemos responder a los mismos para promover el crecimiento, la equidad y la prosperidad para todos. El presidente Malpass y la directora gerente Georgieva hablarán de estos temas en los próximos 30 minutos. Recuerden que ustedes pueden compartir sus opiniones sobre este tema con la etiqueta #ReshapingDevelopment. Estamos en vivo en Twitter y LinkedIn con interpretación simultánea al español, francés y árabe. Para continuar con la programación, le paso la palabra al presidente David Malpass.
[David Malpass]
Muchísimas gracias. Buenos días a todos y todas. Bienvenidos. Estamos dando inicio a esta semana de reuniones del Banco Mundial y del FMI, las Reuniones de Primavera, con un gran temario. Queremos hablar de la economía mundial, de los problemas de deuda que confrontan a las economías en desarrollo. Pero el tema general es cómo lograr mejores resultados para las personas del mundo entero y, particularmente, para aquellos que están en la parte más baja de la escala de desarrollo. Las personas en las economías de bajos ingresos, medianos ingresos también y economías avanzadas que sufren con el costo del cambio climático y el alza del costo de la vida. De suerte que ese es el enfoque en esta semana. Pregunto, Kristalina, el Fondo Monetario Internacional se concentra mucho en la perspectiva económica mundial. Nos preocupa la lentitud del crecimiento y la perspectiva de que podría mantenerse lento el crecimiento. ¿Cuáles son los mayores desafíos?
[Kristalina Georgieva]
Gracias, David. En primer lugar, gracias por honrar esta tradición de que nosotros iniciemos las reuniones juntos. Tienes toda la razón. Una vez más, nos estamos reuniendo como miembros en un momento de grandes incertidumbres. La recuperación que tanto se esperaba, la recuperación robusta, sigue siendo algo que todavía no está ahí. ¿Y por qué? Porque existe un problema de inflación significativo. En otras palabras, los bancos centrales deben continuar manteniendo las tasas de interés a un nivel más alto para así luchar contra la inflación. Y esto, por supuesto, obstaculiza las perspectivas de un crecimiento robusto. Hemos observado que esta transición rápida de tasas de interés bajas, una liquidez abundante a tasas de interés altas y mucha menos liquidez disponible, ha descubierto cuáles son las vulnerabilidades en el sector financiero, y eso hace que las tareas de las autoridades sean aún más difíciles. De manera que, en ese contexto, lo que estamos proyectando para este año es lo siguiente. A pesar de la resiliencia notable en materia de gastos del consumidor en Estados Unidos y Europa y a pesar del resurgimiento por la apertura de China, el crecimiento mundial seguirá estando por debajo de 3 %, tal como lo proyectamos antes, este año. Y lo que más nos preocupa es que probablemente siga siendo aproximadamente de 3 % durante los próximos cinco años. Ahora bien, eso no nos da grandes motivos de esperanza en cuanto a atender las esperanzas de nuestros pueblos, sobre todo de las personas más pobres del mundo, y aún más importante, las personas más pobres de los países pobres. Y quiero recalcar tres puntos en ese contexto.
El primero es que este cuadro de crecimiento es divergente. Hay efectivamente mercados emergentes a los que les va mejor, pero para los mercados preemergentes, los países más pobres, el futuro no es tan optimista. Y en lo que se refiere al crecimiento del ingreso per cápita, los países más pobres seguirán por debajo del nivel de crecimiento per cápita de los países de ingresos medianos. O sea, unas divergencias muy peligrosas.
En segundo lugar, hemos estado luchando con una crisis tras otra, un shock tras otro. Esto ha ejercido una presión sobre los bancos, o, mejor dicho, sobre la responsabilidad de reformas estructurales que son de importancia fundamental para elevar la productividad. Y ya que la productividad sigue siendo baja, las perspectivas de crecimiento son bajas también.
Y, en tercer lugar, los vínculos que nos unen han sido cada vez más débiles. La fragmentación se está profundizando, y lo que eso quiere decir es que lo que ha generado un gran impulso al crecimiento y prosperidad en los últimos tres decenios, una economía integrada, eso se está viendo afectado negativamente. Hemos realizado investigaciones en el FMI que nos muestran que solo el costo de la fragmentación comercial puede ser de 7 % del PIB mundial en el transcurso de los años, de manera que estas reuniones representan una oportunidad para que nosotros no solo hablemos de las prioridades inmediatas de establecimiento de la estabilidad de precios y salvaguardar la estabilidad financiera, sino también que hablemos de las perspectivas de más largo plazo de crecimiento y de la manera en que la prosperidad puede ser un objetivo que puede alcanzarse a nivel de los países de bajos ingresos e ingreso mediano, lo cual me lleva a usted. ¿Cómo lo ve usted?
[David Malpass]
Sí, tienes toda la razón. Y a medida que examinamos los elementos de crecimiento para el futuro, es importante que haya más inversión, inversión en pequeños negocios, en negocios nuevos, y eso significa un flujo de capital. Y es algo que nos preocupa en los países en desarrollo. Los flujos de capital están saliendo de los países en desarrollo en este momento. Para muchos de ellos parece que están en una fase de descapitalización en vez de recapitalización. Eso nos lleva a tu punto en el sentido de que, en vez de haber una convergencia, es decir, que las personas con menores ingresos crezcan a mayor ritmo que aquellos con mayores ingresos, una convergencia hacia un nivel más alto, eso no está sucediendo ahora. Ahora hay una divergencia y eso nos preocupa muchísimo. Significa desigualdad, fragilidad para los países, y vemos que muchos países están cayendo en situación de fragilidad. Una cosa que nos preocupa con los altos precios ahora, los precios se están aplicando más altos al fertilizante y los alimentos. Una preocupación para los más pobres del mundo es que los agricultores no pueden sembrar, y si no tienen fertilizante, no pueden sembrar para el ciclo de la cosecha porque su rendimiento será demasiado bajo. Una necesidad urgente, y eso lo hemos examinado en los últimos seis meses, pero todavía hay margen para mejorar, es que los recursos de fertilizantes vayan a las personas que puedan pagar más, es decir, que los agricultores puedan ofrecer las cosechas que necesita el mundo. Ese es un desafío. Por ejemplo, la oferta de trigo está muy baja en este momento. China tiene mucho almacenado, pero otros países han ido reduciendo sus reservas, y eso nos coloca en problemas en cuanto al suministro de alimentos en el mundo ahora.
Quiero también hablar de la fragmentación del comercio. El comercio es vital para la productividad del mundo entero. Las personas intercambian bienes en sus aldeas, en su país y en las fronteras, y esta es una forma de crear más productividad. Y en la medida en que eso se subdivida en bloques pequeños o bloques proteccionistas, eso es algo que nos preocupa y vemos que el mundo se dirige en ese sentido. Se trata de detener la globalización y revertirla. Y el riesgo que esto conlleva es que haya problemas para las estructuras de producción y para el crecimiento mundial.
Y voy a terminar con lo que dijiste al principio, el moverse de las tasas de interés artificialmente bajas y la asignación de capital que esto conlleva. Se estaban haciendo inversiones en el mundo sobre la base de que las tasas de interés se mantendrían bajas y eso llevó a una mala asignación de capital. Para traer el capital a los usos más productivos, hay que corregir ese rumbo. Si tenemos tasas de interés más normales, más elevadas, eso significa que habrá pérdidas para los bancos que tenían un descalce en términos de duración, como vimos con los bancos del Valle del Silicio. Y hay pérdidas que se asignan en el sistema financiero mundial ahora, pero si bajáramos las tasas de interés, no resolvería el problema. Eso significa que las personas sufrirían con la inflación. Se debilita el dólar, sube la inflación, y eso afecta más a los más pobres. Tiene que haber una meta de encontrar un entorno de baja inflación y estabilidad del dólar para el futuro.
[Kristalina Georgieva]
Totalmente de acuerdo. Los bancos centrales tienen una preocupación en el sentido de reducir la inflación. Eso es de importancia primordial, porque si no hay estabilidad de precios, no hay una base sólida para las inversiones y para el crecimiento. Claro, su tarea se ha vuelto más complicada debido a la exposición de vulnerabilidades del sector financiero. Eso quiere decir que debe prestarse atención a la estabilidad financiera. Afortunadamente, tienen ahora diferentes herramientas que pueden aplicar ante estos dos problemas que son diferentes. Pueden luchar contra la inflación manteniendo los niveles de las tasas de interés más altos por más tiempo. Por otra parte, pueden también ofrecer una liquidez focalizada si acaso existe la necesidad de reducir los riesgos que enfrenta la estabilidad financiera. Lo que hemos visto hasta ahora es una intervención rápida, notable y eficaz de parte de las autoridades, no solo los bancos centrales, sino también las autoridades financieras, las de supervisión, las reguladoras. Una vez revelado el problema, actuaron rápidamente. Y eso es muy distinto de lo que sucedió durante la crisis financiera mundial. De manera que hay algo que podemos celebrar. Aprendimos una lección y actuamos al respecto.
Ahora bien, cuando nos fijamos en el futuro, el problema que usted menciona, la asignación de capitales, nos hace pensar que es preciso reconocer que sin la confianza de que la productividad va a aumentar. ¿Cómo aumenta? Aumenta cuando hay inversiones eficaces en la educación, en el desarrollo de capacidades y destrezas, en la adaptabilidad a las necesidades cambiantes del mercado laboral, y aumenta también cuando hay una inversión eficaz en la investigación e innovación, cuando se asigna al desempeño del sector privado y no queda solamente en manos de monopolios que tenían acceso a estos nuevos descubrimientos. Y la productividad aumenta cuando hay una división del trabajo. Esto lo ofrece el comercio. Y a esto se le da un nuevo impulso. Espero que a medida que celebremos estas reuniones para hablar de las prioridades apremiantes, la estabilidad de precios y financiera, que también le prestemos más atención a la manera en que el mundo puede llegar a un rumbo de crecimiento más rápido y alto. Pido disculpas.
[David Malpass]
Sí, esto es fundamental para el mundo. Aumentar la tasa de crecimiento es importante para los empleos de las personas, también para los patrones de migración de los países. Si estamos en un mundo en el que la gente tiene que irse a otros países para tener acceso a capital, eso es un desafío. Lo que impulsa esta migración es el cambio climático, los problemas de deuda de sus países y esa presión es sustancial. De manera que me parece que es urgente que cambien estas políticas. Quería preguntar sobre un ámbito específico. A medida que los bancos centrales aumentan las tasas de interés, lo han descrito como una meta de reducir la demanda dentro de las economías. Pero creo que debemos ser mucho más conscientes de que la solución a más largo plazo pasa por una mayor oferta, mucho mayor, con financiamiento a corto plazo para las empresas pequeñas y medianas. Ahora hemos caído en un ciclo en los últimos diez años en los que los bancos centrales compraban activos de largo vencimiento y eso cambió la dirección del mundo hacia las cosas más grandes. Los gobiernos pueden emitir bonos a 10 años, pero las empresas pequeñas no pueden hacerlo. De manera que yo tenía la esperanza de que se pudiera estudiar claramente cómo volver a un mundo en el que el financiamiento a corto plazo esté a disposición de los negocios pequeños.
[Kristalina Georgieva]
Estoy totalmente de acuerdo contigo, David. Esto es importante para todos y es sobre todo importante para las economías en desarrollo y los mercados emergentes. Sabemos que en estas economías emergentes y en desarrollo, si las empresas pequeñas y medianas se ven ahorcadas, sencillamente no hay manera de generar los empleos que requiere una población creciente. De manera que la pregunta de cómo pensar en el acceso al financiamiento para todos, sobre todo para los negocios dirigidos por las mujeres, algo en lo cual se ha enfocado el Banco Mundial desde hace tiempo, eso está entre la lista de temas que quedaron de un lado debido a estos múltiples shocks. Y quiero decir también que no podemos concluir esta conversación sin reconocer que uno de los shocks, y es esta guerra insensata en Ucrania, podría desaparecer sencillamente a través de una decisión que tome el país que invadió a Ucrania, que detenga la guerra. ¿Y por qué es importante esto para lo que estamos considerando acá? Porque, en primer lugar, esta guerra ha distraído la atención del mundo hacia otros problemas acuciantes. Esta guerra no solo mata personas, sino además está elevando los precios de los alimentos, como mencionaste, y está creando más tensiones geopolíticas, oprimiendo la capacidad del mundo de trabajar como si fuera un mundo. Existe entonces ese problema que no pueden resolver estas reuniones, pero ayudarían mucho en cuanto a los temas que estamos considerando.
[David Malpass]
Definitivamente. El horror de la guerra siempre está presente y el mundo ha pasado de la pandemia de COVID a esta situación horrible y estos resultados que se están viendo y la guerra se prolonga más de lo que queríamos. Hemos ayudado a canalizar recursos hacia el sector civil de Ucrania como operación de mantenimiento y también estamos viendo la recuperación de la economía ucraniana a largo plazo. Estamos hablando con conocimiento de causa porque nos vemos periódicamente y siempre hablamos de las reformas y de la posibilidad de crecimiento que tienen los países y pueden aplicar mejores políticas fiscales, mayor movilización de recursos internos. Significa impuestos, pero también una base más amplia para la imposición en vez de tasas más altas, formas en que las personas de los países puedan realizar más actividades económicas. Esas son las tareas cotidianas del Banco Mundial y el FMI, cómo interactuamos con Etiopía, Egipto, Nigeria, Sudáfrica, países que están buscando una orientación, cómo interactuamos con Turquía y otros países. Y no quería solamente mencionar esos pocos, porque son cientos los países con los que trabajamos en el mundo y cómo podemos colaborar con ellos para encontrar una senda que signifique mejor crecimiento. Y los desafíos siguen aumentando. La carga de la deuda, del costo climático, de los mayores precios de los alimentos, todo eso se suma y tenemos un problema de liquidez para los países más pobres y también este problema a más largo plazo de cómo recuperar el crecimiento. Sabemos que se necesita más productividad, mayores inversiones, pero no se han dado los elementos para lograrlo.
[Kristalina Georgieva]
Por eso está muy bien que dos veces al año podamos reunirnos todos y luego concentrarnos en lo que podemos hacer con una mayor coordinación entre nuestros países miembros, por supuesto, pero también entre nuestras instituciones. Y quisiera ahora plantear un elemento positivo en esta conversación. Sí, son épocas difíciles, pero si nos remontamos al pasado y lo que hemos logrado en los últimos tres años y medio, creo que hemos logrado mucho, David.
En primer lugar, hemos logrado unirnos desde un punto de principio, cuando nos afectó el COVID, y de manera colectiva, los miembros adoptaron las políticas apropiadas y nuestras instituciones financiaron a aquellos que no tenían acceso a otras fuentes de financiamiento. Y eso hizo que el impacto económico del COVID fuera mucho menor de lo que hubiera sido de otra manera. Me acuerdo de nuestra primera evaluación de los riesgos del COVID, de que iba a haber una contracción económica de 10 %. No sucedió. Bueno, no es que sea 3,1 lo que ocurrió, que sea bajo, pero mucho menos que 10 %. Tú y yo estuvimos hablando de la manera de coordinar acciones relativas a los plazos financieros, medidas financieras en general. Nuestro primer préstamo fue a Kirguistán, a la República Kirguisa, una semana después de que la OMS anunció el surgimiento de la pandemia. Desde entonces, hemos financiado a 96 países. Nunca en la historia del FMI hemos hecho tanto por tantos y lo hemos hecho de manera conjunta con ustedes. Hemos reconocido que la deuda es un problema.
Por cierto, quiero decir que te felicito por haber sido una voz tan elocuente en nombre de los países que se han visto tan afectados por la carga de la deuda. Hemos tratado de que se adopte o que se utilice la iniciativa para la suspensión del servicio de la deuda y me complace decirle al público que no estamos aquí dándonos por vencidos. Vamos a tener la mesa redonda sobre la deuda mundial soberana y por primera vez vamos a reunir a todos los acreedores tradicionales, nuevos, públicos, privados, con los países deudores y con nosotros, las instituciones clave, para poder sentarnos alrededor de esta mesa y encontrar soluciones a lo que de otra manera pudiera ser devastador para los países. O sea, hemos hecho cosas de manera conjunta, cosas que hubieran sido mucho menos eficaces si no tuviéramos esa plataforma. A todos los que están yendo a las reuniones, arremánguense las mangas y vamos a estar en el espíritu de hacer las cosas.
Y ya que esta es la última vez que tengo esta oportunidad y placer de estar sentada contigo en el inicio de las reuniones, David, ¿qué esperanzas tienes tú para el futuro? ¿Qué ves tú en el horizonte para nuestras instituciones? ¿Qué sabiduría quieres tú impartirnos, impartir a todos los que están viéndonos y, por supuesto, también a mí, que estoy muy agradecida?
[David Malpass]
Muy amable de tu parte. Voy a tratar de hablar de la sabiduría. No sé si tenga mucha, pero voy a pasar de lo más pequeño a lo más grande. Ayer, hace cuatro años, entré a este atrio como presidente del Banco Mundial y tú estabas a la vanguardia del desarrollo mundial, en ese momento en el Banco Mundial y ahora en el FMI. Y uno de los desafíos que teníamos era encontrar la forma de superar los problemas en los países. Esa era mi esperanza. Siempre tuve la visión de tratar de lograr mejores resultados para las personas en los países en desarrollo, pero luego nos dimos cuenta de que una forma de hacerlo era con adelantos regionales o a nivel de los países, ya sea en el área de las monedas o de la política fiscal, política comercial o incluso en temas de infraestructura y desarrollo de infraestructura. Y todavía estoy tratando de lograrlo.
Uno de los casos en los que trabajamos recientemente fue Etiopía. Había un tipo de cambio doble, un tipo de cambio oficial disponible para unos pocos y un mercado paralelo que era muy costoso para el resto de la población del país, y no ha dado muy buenos resultados ese sistema. Yo fui a Etiopía en mayo de 2019, tú fuiste en agosto de 2019, y eso lo vamos a tratar nuevamente en la mesa redonda sobre la deuda y en las reuniones de esta semana para ver si hay algún avance, porque el número de vidas humanas que están en juego es enorme. No vi las estadísticas, pero Etiopía puede tener unos 120 millones de habitantes, es un grupo grande, y crear un mejor futuro para ellos es un desafío macroeconómico y microeconómico. Lograr que fluyan las importaciones y las exportaciones mediante mejores sistemas en ese país será fundamental para su crecimiento y para aumentar sus condiciones de vida. Y mucho de lo que se ha logrado en mis cuatro años al mando de la institución se ha referido a países específicos y regiones específicas, cómo se resuelven los problemas en distintas partes del mundo. Pero esto ha venido afectado por el problema de la COVID, el lento crecimiento y el aumento de las tasas de interés, así como la invasión rusa de Ucrania. Todo eso conspiró de una cierta manera para que no hubiera dinero suficiente para cumplir con los objetivos múltiples que tenemos para las personas de los países en desarrollo.
De manera que ha sido un periodo de cuatro años muy ocupado y antes de eso en la tesorería de Estados Unidos, trabajando en temas semejantes a un ritmo muy rápido. De manera que soy muy optimista en cuanto al Grupo Banco Mundial, todas nuestras entidades, pero también me preocupa, y debo decirlo con toda franqueza, me preocupan las perspectivas de las personas en los países en desarrollo. No hay una buena vía. Tenemos tecnología, tenemos instituciones que se preocupan por estos temas, tenemos suficiente dinero, suficiente capital en el mundo como para que estas cosas funcionen. Pero lo que me preocupa es que todo está aprovechado por un grupo pequeño y no funciona ahora en este momento y se necesitan cambios radicales para que funcione. Ha sido para mí un placer trabajar contigo estos cuatro años.
[Kristalina Georgieva]
Estoy convencida de que se encontrarán las soluciones. Es solo cuestión de voluntad. Y luego hay que encontrar la manera de hacerlo. Siempre me acuerdo en el contexto de estas conversaciones, cuando teníamos una montaña muy pendiente, lo que dijo una vez Nelson Mandela: “Imposible hasta que se hace”. Y realmente aguardo con interés el poder trabajar con los países miembros durante esta semana de reuniones, trabajar contigo, con nuestros socios en el Banco Mundial. Porque si podemos imaginarnos un mundo en el que el capital maravilloso, la riqueza que se crea, se ponga a disposición del bien público, en donde abramos oportunidades para todos, para que todos puedan alcanzar su pleno potencial, un mundo en el que podamos lidiar con el enorme reto del cambio climático, entonces podremos decir: “Mandela tenía razón”. Todas estas cosas de las que hemos hablado, que son tan difíciles, son imposibles hasta que se hagan.
[David Malpass]
Un gran tema para esta semana que nos plantea tantos desafíos. Tenemos 15 reuniones, ustedes unas 25, reuniones difíciles esta semana, pero con la meta clara que nos hemos fijado. De manera que disfruten estas reuniones, yo trataré de hacer lo mismo. Estamos lanzando esta semana de Reuniones de Primavera.
[Kristalina Georgieva]
Puedo ver que nuestra muy amable anfitriona, Noreyana Fernando, nos está mirando con una señal casi de que se ha acabado el tiempo.
[Noreyana Fernando]
Muchísimas gracias por una extraordinaria conversación. Gracias a los dos por habernos dado un contexto muy importante sobre los temas principales que abordarán ustedes esta semana. Con eso concluimos este evento, pero habrá muchos más. Pueden ver esto nuevamente, así como otros eventos durante la semana, en live.worldbank.org/springmeetings2023. Espero que hayan disfrutado de la presencia de nuestros grandes invitados, pero continúen sus comentarios en línea con la etiqueta #ReshapingDevelopment. Nos gustaría muchísimo saber de ustedes. Yo soy Noreyana Fernando. Gracias por estar con nosotros.
[Música]