[Música]
[Voz en off - Presentadora] La reunión dará comienzo en cinco minutos. Por favor, tomen asiento y silencien todos sus equipos electrónicos y celulares. Muchas gracias.
[Música]
[Voz en off - Presentadora] La reunión dará comienzo en breves momentos. Por favor, tomen asiento y silencien sus celulares y equipos portátiles. Muchas gracias.
[Música]
[Comienzo del video]
[Narrador] El cambio es constante en la historia de la humanidad, impulsándonos al éxito para innovar, para mejorar nuestras vidas. Y cuando el cambio mejora vidas, se convierte en progreso. A lo largo de las décadas hemos guiado un mundo cambiante a nuevas fronteras de desarrollo económico, al crecimiento, al progreso y la prosperidad. Somos una sólida base, una fuente de estabilidad y análisis, proveyendo análisis y asesoría, generando capacidades y crédito. Y somos socios que explotan el potencial en todos, en todas las personas, abriendo la puerta al emprendimiento y fortaleciendo instituciones para que todo el mundo pueda florecer. A lo largo de los años también hemos cambiado nosotros. Nos hemos adaptado a nuevas realidades para que nuestros miembros puedan navegar parámetros cambiantes. En momentos de cambio, innovaremos, lideraremos y crearemos posibilidades para todo el mundo. Así que el cambio se convierte en progreso.
[Fin del video]
[Aplausos]
[Olavo Correia] Voy a hablar en portugués.
[Pausa]
[Olavo Correia] Declaro abierta la sesión de hoy. Gobernadores, damas y caballeros, es para mí un placer declarar abierta la primera sesión de las Reuniones Anuales de las juntas de gobernadores del Grupo Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional del 2025. Le doy la bienvenida a los gobernadores que representan a nuestros países miembros. En nombre de todos los participantes, quisiera transmitir, por intermedio del gobernador de los Estados Unidos, nuestro más profundo agradecimiento al pueblo de los Estados Unidos por su cálida acogida y hospitalidad. Como se acostumbra en estas reuniones, en este momento, como presidente, me dirigiré a los presentes. Muchas gracias desde ya por su atención. Excelencias. Excelentísimos gobernadores, ilustres colegas. Es un gran honor para nosotros darles la bienvenida a las Reuniones Anuales de la Junta de Gobernadores de 2025 del Grupo Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Juntos somos más fuertes. Juntos haremos que lo imposible sea posible. Sí, es posible un planeta habitable, pacífico y un mundo sin pobreza. Es una tarea de todos. Un cálido saludo al presidente del Grupo Banco Mundial, Ajay Banga y a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva. La alianza entre estas dos instituciones ha sido muy importante a nivel estratégico. Incluso para mi país, Cabo Verde. Somos un país de ingreso medio-alto, con estabilidad macroeconómica y crecimiento inclusivo. Queremos llegar a un nivel de ingreso alto. Queremos ser un país desarrollado. De ser un país imposible, en 1975, cuando nos independizamos, Cabo Verde ha pasado a ser hoy un país con ambiciones. Ya nos clasificamos, por primera vez, para el Mundial de fútbol. Es el segundo país más pequeño del mundo que lo logra. Una hazaña. Muchas gracias. Demostramos una vez más que si bien somos pequeños, también podemos tener ambiciones y pensar en grande. Todo es posible. Sí, también para nuestro continente. África cuenta con los recursos suficientes como para construir un futuro próspero. Contamos con energía, agua, tierras cultivables, jóvenes, mujeres y un ecosistema climático de buena calidad. Lo demás dependerá de la gobernanza y del liderazgo. Debemos trabajar a diario para generar empleos, empleos dignos y oportunidades para todos, integrar la resiliencia y las conmociones climáticas en la estructura de nuestra estrategia de desarrollo. En agosto, una tormenta tropical devastadora destruyó las islas del norte de Cabo Verde y dejó a las comunidades en problemas. Quisiera manifestar aquí nuestro más profundo agradecimiento a la comunidad internacional y al Banco Mundial y al FMI por su apoyo. Esta tragedia también reforzó la necesidad de la gestión climática, la importancia de la asesoría y del gran programa de asistencia técnica del FMI y del Banco Mundial que permitió crear colchones más fuertes para enfrentar estas emergencias. Este hecho subraya la necesidad de invertir en resiliencia para estar preparados para el próximo colapso y realizar una planificación proactiva para eventos que se puedan prever. Para Cabo Verde, así como para muchas naciones, la diversificación económica es necesaria para desbloquear el crecimiento, mejorar la resiliencia económica contra los choques externos y generar empleos significativos. Esta es la forma más eficaz de sacar a la gente de la pobreza. El camino hacia la diversificación e integración económica exige una inversión considerable. El Grupo Banco Mundial, el FMI y otros asociados en la tarea del desarrollo están trabajando con nosotros y nos proporcionan no solo financiamiento, sino también conocimiento, innovación y cooperación. Sin excepción del turismo de la agricultura, la diversificación hacia una economía más verde, más azul, más inteligente, más digital y más incluyente, no es solo una estrategia para nuestro crecimiento, sino que es vital para nuestra supervivencia. El sector privado debe posicionarse en el centro de esta transformación y aplaudo los esfuerzos del Grupo Banco Mundial para desbloquear el potencial del capital privado para generar empleos. Para que el sector privado pueda liderar el crecimiento, necesitamos instrumentos acordes al perfil de nuestras economías y de nuestro entramado empresarial. También necesitamos estabilidad económica y financiera, respaldada por instituciones fuertes y políticas sólidas, para que nuestras empresas privadas puedan progresar, innovar e incentivar la prosperidad general. Enfrentamos el creciente reto de la sostenibilidad de la deuda. Tenemos que reducir los elevados cargos de la deuda y promover las buenas prácticas para contratar préstamos y posibilidades en proceso de reestructuración de deuda oportuna y previsible que le dé un tratamiento adecuado. Desde hace décadas, el Grupo Banco Mundial y el FMI trabajan juntos para ayudar a los países miembros a enfrentar los retos de la sostenibilidad de la deuda. Es necesario mejorar la transparencia de la deuda, apoyar las políticas económicas sólidas y otorgar más financiamiento con condiciones favorables. Las instituciones de Bretton Woods se encuentran en el centro del sistema multilateral. Debemos ayudar al FMI y al Banco Mundial. Hay que capitalizarlos. Solo así podrán ellos ayudarnos mejor con escala, velocidad e impacto. Es una tarea que nos corresponde a todos. Juntos somos más fuertes, unidos en pos de un planeta habitable, pacífico y un mundo sin pobreza. Nadie puede quedarse al margen. Contra viento y marea, con visión, optimismo y confianza, actuando con escala, velocidad e impacto, podemos construir un mundo mejor para todos. Muchas gracias por su atención.
[Aplausos de la audiencia]
[Olavo Correia] Ahora le cederé la palabra al presidente del Grupo Banco Mundial, el señor Ajay Banga, quien dirá unas palabras a los gobernadores.
[Ajay Banga] Buenos días a todos. Viceprimer ministro Correia, gracias por el esfuerzo de ayudarnos a presidir esta sesión plenaria. Y Kristalina, me complace poder celebrar la colaboración contigo. Los recientes acontecimientos en Siria y Gaza nos dan motivos para esperar que la paz sea posible donde quiera que exista un conflicto. La República Democrática del Congo, Sudán, Ucrania, Yemen y más allá son otras regiones a las que deberíamos prestar atención, pero mientras esperamos a la paz, también debemos prepararnos para ella. Y en esto hemos creado grupos expertos para planificar la reconstrucción en Gaza y Ucrania. Para basarnos en especialistas regionales del sector público y privado, comenzamos hace un año y ese trabajo se está convirtiendo con nuestros aliados en la región y estamos trabajando para los siguientes pasos. La reconstrucción es una parte esencial de nuestro mandato. Un servicio que estamos listos para brindar cuando y donde sea necesario, en la mejor forma posible. Pero al mismo tiempo, como institución de desarrollo, tenemos que seguir prestando atención a la idea de la prevención de conflictos, reconstruir lo que se ha perdido, claro está, pero también tenemos que centrarnos en crear las condiciones para la oportunidad, condiciones para la estabilidad, porque eso es lo que motiva nuestras acciones y nuestras decisiones de hoy. Estamos viviendo uno de los momentos de mayor cambio demográfico de la historia de la humanidad. Para 2050, más del 85 % de la población mundial vivirá en países que llamamos en desarrollo. En los próximos 10 a 15 años, 1200 millones de jóvenes ingresarán en la fuerza laboral. Y las estimaciones que tenemos es que llegaremos a 400 millones de puestos de trabajo, y eso es una brecha muy grande. Pero más allá de los números, lo que quiero reflejar es la magnitud. Voy a expresar esa urgencia de otra forma. Cuatro jóvenes van a entrar en el mercado laboral cada segundo en la próxima década. Y el tiempo, que voy a dedicar a estas palabras, miles de jóvenes van a acceder al mercado con esa ambición, con ese deseo de oportunidad. Y el ritmo de crecimiento de población es el más alarmante en África que albergará más de 700 000 personas en 2050. Zambia agregará 700 000 personas cada año. La población de Mozambique se duplicará, mientras que en Nigeria la población aumentará en unos 130 millones de personas, estableciéndose firmemente como una de las naciones más pobladas del mundo. Estos jóvenes, con su energía, con sus ideas, definirán el próximo siglo. Con las inversiones adecuadas, centradas no en la necesidad, sino en la oportunidad, podremos desbloquear un poderoso motor de crecimiento para todos a nivel mundial. Pero además, sin un esfuerzo decidido, su optimismo corre el riesgo de convertirse en desesperación como combustible para la inestabilidad, para disturbios, migración masiva, con implicaciones para todas las regiones y todas las economías. Y por eso, igual que en las otras reuniones, nuestro enfoque del empleo tiene que estar en el centro de cualquier estrategia de desarrollo económico o de seguridad nacional, generando un crecimiento que genere un entorno justo. ¿A qué nos referimos con trabajo? Puede significar trabajar para una empresa, avanzar en los distintos pasos y niveles, o puede ser el empleado de una pequeña empresa, o incluso podría significar comenzar su propio emprendimiento. Es un concepto que habla de la oportunidad más allá de un cheque o un sueldo. Permite a las mujeres y a los hombres seguir sus aspiraciones. Es propósito, es sentido de dignidad, es el ancla que mantiene a todas las familias firmes, el pegamento que mantiene unida a la sociedad, es la línea directa hacia la estabilidad y es la mejor forma para obtener el progreso, porque una vez que se logra, es muy difícil revertirlo. Y es por eso que hemos reformulado el trabajo que hacemos, cómo lo medimos, cómo lo entregamos o creamos alrededor de esta realidad fundamental. En los últimos dos años hemos trabajado para movernos con más velocidad, más simplicidad y sustancia. Los tiempos promedios de aprobación de proyectos se han reducido de 19 meses a 12. Hemos considerado nuestro liderazgo en 40 oficinas de país, brindando al cliente su único punto de contacto. Y para junio, el año entrante, todos los países tendrán esa estructura. Se ha creado un banco de conocimientos en todo el instituto, centrado en replicar soluciones a escala. Lo que yo describo como robar descaradamente. Es bueno robar ideas e implementarlas en otros casos a escala. La unificación de servicios corporativos también se está haciendo, como puede ser el presupuesto, recursos humanos y adquisiciones. 153 métricas internas se han reemplazado con un cuadro de puntaje corporativo, con 22 indicadores, que está disponible públicamente. A través de instrumentos de optimización, ampliamos la capacidad financiera de aproximadamente 100 mil millones de dólares gracias a la generosidad de los países en esta sala. La plataforma de cofinanciamiento de los bancos multilaterales ha desarrollado una cartera de 175 proyectos. Veintidós se están financiando por un valor de 23 mil millones de dólares. Hemos establecido una plena confianza mutua del Banco Asiático de Desarrollo, reduciendo la duplicación para clientes. Y ahora estamos trabajando para expandirlo entre otros socios. Tenemos algo para el Banco Central Europeo y también tenemos con el BID una colaboración, desarrollando también una estrategia para la CFI 2030 para fortalecer la movilización de capital privado. Estas reformas son la base. La misión es el empleo. La mayoría de los empleos, casi el 90 %, provienen del sector privado. No comienzan ahí, pero ahí es donde acaban. Los países avanzan a lo largo de un continuo. Desde el principio, el sector privado impulsa la creación de empleo, con el tiempo, el capital privado y el emprendimiento van a tomar las riendas. Pero el sector privado, ya sea grande o pequeño, no pueden hacerlo de forma aislada. Los emprendedores necesitan el entorno propicio para crecer, para contratar. Y estos no se producen por accidente o coincidencia. Y es por eso que consideramos que podemos aportar algo único a través de nuestra estrategia de tres pilares. Para empezar, los gobiernos lideran, a menudo con aportes del sector privado, para crear la infraestructura humana y física que sustenta oportunidades: carreteras, puertos, electricidad, educación, digitalización, atención médica. Nuestras ramas públicas, el BIRF y la AIF, financian estas inversiones y ayuden a los países a utilizar los recursos de manera efectiva y establecer asociaciones público-privadas. En segundo lugar, tener un entorno predecible para el empresarial con igualdad de condiciones. Eso quiere decir un marco de seguros sobre la tierra, impuestos predecibles, instituciones transparentes, y una gestión responsable de la deuda y políticas cambiarias. Respaldamos estas reformas a través del FMI y el Banco de Conocimientos. En tercer lugar, una vez que se establecen los conceptos básicos, ayudamos al sector privado a ampliar a escala y recompensar esa asunción de riesgos a través de la CFI y MIGA, proporcionando capital, garantías y seguros contra riesgos políticos respaldados por el CIADI. Y esa es la base que podemos proveer. En un punto único de contacto. Y eso es una base continua de capital, de políticas, que se traduce en ambición, en empleo y cómo pasamos de un potencial a un sueldo o unos cheques desembolsados. Hemos identificado cinco sectores con potencial para crear empleos: la infraestructura y energía, la agroindustria, la atención médica, el turismo, la manufactura con valor agregado, incluido los minerales cruciales que necesitamos para la transición energética. Y esto no son sectores que dependen de una ayuda. Son motores de crecimiento capaces de generar empleos relevantes a nivel local sin reemplazar o desplazar el trabajo de economías desarrolladas. Ese es nuestro objetivo. No queremos hacer eso. Queremos crear empleo local que sea relevante y construir una clase media que alimente la demanda global del mañana, incluyendo los bienes y servicios de los mercados desarrollados. En los últimos dos años hemos lanzado un conjunto de iniciativas estratégicas en muchos de estos sectores. Y no son planes aislados, se refuerzan mutuamente y reúnen con toda amplitud los beneficios del Grupo Banco Mundial junto con nuestros aliados, porque tienen que trabajar de forma conjunta para poder ofrecer resultados a escala. Nuestra estrategia de electricidad se centra en la accesibilidad, la asequibilidad y la fiabilidad de suministro, al tiempo que se gestionan las emisiones de forma responsable. Impulsa la Misión 300, nuestro esfuerzo para conectar a 300 millones de africanos a la red eléctrica para 2030, con la ayuda del Banco Africano de Desarrollo. Los países tienen la flexibilidad de elegir lo que se adapte a sus necesidades y su contexto, sea actualizar su red de suministro o instalar energía solar, eólica o hidroeléctrica. Pero también hemos comenzado a trabajar con el Organismo Internacional de Energía Atómica para ofrecer apoyo nuclear por primera vez en décadas. El objetivo, recuerden, es tener suficiente energía para impulsar la productividad de las personas y las empresas. Hemos fijado un objetivo de ayudar a brindar atención médica a 1,5 millones de personas y en diciembre vamos a reunir a inversores y gobiernos innovadores en una cumbre en Tokio para impulsar esta agenda. Indonesia validará el camino comprometiéndose a brindar a cada ciudadano una visita anual de atención primaria el día de su cumpleaños. Algo muy sencillo, pero muy poderoso. Un enfoque que podría remodelar el futuro de la atención médica para 300 millones de personas. A través de AgriConnect, que acabamos de impulsar en estas Reuniones Anuales, vamos a ayudar a los pequeños agricultores a pasar de la subsistencia al excedente. Construir un ecosistema en torno de las cooperativas que integre la financiación para los agricultores y las pymes, que vincule a los productores con los mercados y aproveche herramientas digitales como la inteligencia artificial a pequeña escala. Está respaldado en la promesa de duplicar nuestro financiamiento de 9 mil millones al año y movilizar 5 mil millones adicionales. Y también estamos finalizando nuestra estrategia de minería y minerales para pasar de la extracción de materias primas al procesamiento y la fabricación regional para que se genere más valor y más empleos se queden de forma local. Esperamos compartir estrategia en los próximos meses y hacerle seguimiento a estas iniciativas. Así que, ¿cómo podemos hacer para que esto sea una realidad? Comenzamos con un marco de alianza con el país, en todos los países del Grupo Banco Mundial, que se desarrolla con el liderazgo del país y nuestros expertos en la materia. Esto es parte de los países. Ellos son los titulares. Queremos que sea sencillo. Queremos que se reduzca a 5 páginas, que no sea un informe de 50 páginas. Que los líderes de estos países puedan leer esta alianza y evitar situaciones en las que se desplacen para hacer un resumen ejecutivo. Nosotros deberíamos ofrecerles ese resumen ejecutivo. Se lo debemos. Cada marco es un plan estratégico a largo plazo que une la capacidad de la AIF, el BIRF, la CFI, el MIGA y el CIADI, con un conjunto de prioridades enfocadas, adaptadas a las necesidades y ambiciones únicas de cada país. Para un país, esto podría significar cadenas de valor de minerales de un extremo al otro. O podría ser un turismo arraigado a la naturaleza y la cultura, o tal vez un sistema de salud más fuerte que genere empleo o ecosistemas de agroindustria que eleven los pequeños agricultores. Pero las bases son crear la infraestructura, establecer normas de gobierno predecibles y apoyar a la inversión privada. Porque en ese último punto es donde se van a traer los empleos. Para llegar a la escala, liberar nuestro balance para los desafíos más difíciles, para poder liberar también el potencial pleno del sector privado, su tecnología, su innovación, su capital. Y es por eso que estamos derribando barreras a la inversión y creando condiciones en las que el capital privado pueda generar un impacto en desarrollo. Estamos impulsando esa hoja de ruta a través del laboratorio de inversión del sector privado, con herramientas y soluciones prácticas para toda la institución. La primera es claridad regulatoria, el primer punto para la Misión 300, pero con más aplicaciones en marcha a través del Banco de Conocimientos, que lo va a rediseñar e implementar en su trabajo, garantías administradas por MIGA con la idea de triplicar nuestros negocios para 2030. Y quiero contradecirle a Hiroshi. Y en el futuro, vamos a ver quién tiene la razón. Soluciones cambiarias con el FMI y Kristalina. Su equipo ha sido de un valor encomiable. Conocen muy bien también el Banco. Con el FMI estamos desarrollando mercados de capital locales en 20 países, mientras que la CFI ha alcanzado un tercio de sus préstamos en moneda local, con el objetivo de llegar al 40 % para 2030. En lo que se refiere en la equidad junior, hemos lanzado el Fondo de Oportunidades de Inversión, basados en los ingresos netos de la CFI, pero necesita contribuciones adicionales de las filantrópicas y los gobiernos. Tenemos un modelo de distribución, agrupando activos en productos invertibles para poder extraer capital institucional a los mercados emergentes a escala. Y esto se lidera a través de Douglas Peterson, ex CEO de Standard & Poor. Y hace unas semanas completamos justamente nuestra primera transacción con un paquete de 510 millones de préstamos de la CFI en valores calificados. Y con una demanda fuerte estamos creando un suministro estable, trabajando con distintos aliados como el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo y otros aliados para poder generar las cifras adecuadas para una inversión. El objetivo es promover la confianza y encontrarnos con el capital privado a mitad de camino. Pero el capital no vendrá sin una base sólida desde el principio. Y por eso nos enfocamos en un desarrollo correcto, resiliente, fiscalmente sólido, arraigado en la confianza y construido para perdurar algo inteligente. En muchos países están tratando de crecer, crear empleos, sacar a las personas de la pobreza, enfrentar a las sequías, tormentas, inundaciones, en muchas casos en un terreno fiscal inestable, erosionado por la deuda, sin la capacidad de impulsar hacia adelante. Y el desarrollo inteligente quiere decir desarrollar resiliencia física y fortaleza institucional a lo largo del camino. Eso es lo que piden nuestros clientes y está perfilando nuestro trabajo. Han visto el cambio también en nuestros números. El año pasado, el 48 % de nuestro financiamiento calificó como cobeneficios climáticos bajo la metodología compartida de los distintos bancos multilaterales. Y la resiliencia representó el 43 % de la cartera del sector público frente a un tercio hace solo 2 años. Y quiero hablar de lo que se refiere esta fórmula de cobeneficio y por qué la demanda está impulsando estos resultados. Pues si construimos una carretera que conecta una fábrica farmacéutica con un mercado y esta resiste inundaciones y no se tiene que reconstruir, eso cuenta. Si construimos una escuela o una incubadora de habilidades con aislamiento donde el calor o el frío no afecte el aprendizaje, eso cuenta. Cuando ayudamos a un agricultor a acceder a semillas resistentes a la sequía y resiliente durante épocas de sequía, eso sí cuenta. Pero también si crean un camino de transporte de mercancías para reemplazar un camión que mueva las cargas de una forma más rápida que permite un transporte más barato y más rápido, eso cuenta. El desarrollo inteligente es un desarrollo duradero. Esa misma demanda está remodelando nuestro trabajo sobre las instituciones y las finanzas públicas. Más países están pidiendo ayuda para fortalecer los sistemas centrales y estamos innovando. Lanzamos una nueva generación de revisiones de las finanzas públicas para ayudar a los gobiernos a redirigir el gasto en prioridades de alto impacto, con 14 completadas más 22 en camino. El FMI nos está ayudando mucho con esto. Y también los flujos netos de la AIF han alcanzado 21 mil millones de dólares en el último año fiscal, comparado con los 12 mil millones de dólares hace tres años. Implementamos herramientas de deuda para aliviar las cargas y liberar recursos. Comenzamos en Costa de Marfil, pero también tenemos nuevas transacciones que van a entrar con un trámite similar. Y también estamos trabajando estrechamente con el FMI para acelerar la reestructuración de la deuda en el marco común del G20 a través de las reformas de ingresos internos, ampliando el financiamiento y apoyando la gestión de pasivos. Pero el punto más claro es que tenemos que mejorar la transparencia para ampliar el sistema de informes de deudores, brindando a las partes mayor claridad y confianza. No se puede arreglar algo si no se conocen los números. Y a medida que crece el deseo por las herramientas y generar confianza, también estamos respondiendo, ayudando a los gobiernos a combatir la corrupción con herramientas basadas en datos, identificar medidas a través de la IA para poder conectar datos fiscales. En la última década hemos ayudado a 120 gobiernos que están trabajando para luchar contra la corrupción y estamos trabajando con otros 26 más para poder combatir los flujos financieros ilícitos. Y en este sentido, nuestra academia de conocimiento está equipando también a servidores públicos para liderar la reforma. Más de 200 altos funcionarios ya han completado la capacitación y pronto se lanzarán nuevos cursos. En solo dos años, nuestro financiamiento anual creció de 107 mil millones de dólares a 119 mil. Y la movilización del capital privado aumentó de 47 mil millones a 67 mil millones, incluyendo la movilización de capital privado. Y ahora, con 186 mil millones de dólares, y hemos recaudado otros 79 mil millones de dólares a través de inversiones privadas. Todo esto se traduce en un impacto claro. Desde el lanzamiento de nuestra tarjeta de puntaje corporativa en 2024, tenemos los siguientes números: 20 millones de agricultores acceden a la tecnología y mercados. 60 millones de personas han sido conectadas a la electricidad. 70 millones de personas reciben educación para desarrollar una habilidad. 300 millones experimentan servicios de salud y nutrición de calidad. Y lo que estamos reflejando es un enfoque claro y nítido y cambio de mentalidad de todo el personal del Grupo Banco Mundial. Trata el desarrollo no como calidad, sino como estrategia. Y ve al empleo no como un efecto secundario, sino como el resultado claro de un desarrollo bien hecho. Porque cuando nos enfocamos sobre el empleo, no estamos ignorando el servicio médico, la infraestructura, la educación, la energía, sino que estamos ayudando a las economías a crecer, para poder crear empleo, para redoblar en los esfuerzos como pueden ser la educación, la cobertura de salud, la energía, la infraestructura. Un trabajo es lo que se produce cuando la escuela genera una habilidad, cuando un camino conduce a un mercado, cuando una clínica mantiene a alguien saludable para poder trabajar, cuando la energía impulsa un negocio. Y así es como se juntan estos esfuerzos. Así es como traducimos la inversión en impacto. Y así es como ofrecemos lo que más necesitan y más merecen las personas: un empleo, una oportunidad, un futuro y dignidad. Muchísimas gracias.
[Aplausos de la audiencia]
[Olavo Correia] Muchas gracias, presidente, Ajay Banga, por su discurso que nos inspira. Ahora le voy a ceder la palabra a la directora gerente del FMI, la señora Kristalina Georgieva. Adelante, por favor.
[Aplausos de la audiencia]
[Kristalina Georgieva] Viceprimer ministro, Olavo Correia, gracias. Y ojalá que mis futuros viajes me lleven a las hermosas costas de Cabo Verde y a las conmovedoras melodías de Cesária Évora. O, tal vez, a cantar una victoria en el estadio de fútbol. Muchas felicidades a su selección nacional por clasificar para el Mundial por primera vez en la historia de su país. Estimado Ajay, no se me ocurre un mejor socio que tener en el Banco Mundial que usted. Muchas gracias por sus palabras y gracias por centrarse de forma completa e incansable en los empleos. Como ha dicho usted, Ajay, el mundo se enfrenta a una gran brecha demográfica. Fijémonos, a ver, en el mapa del mundo. Vemos, en primera instancia, un grupo de países que enfrenta el envejecimiento y la reducción de su población. Luego, un grupo que se encuentra en el medio. Y por último, grandes partes del continente africano y de Oriente Medio, así como Asia Central, donde la población está creciendo rápidamente, al igual que su joven fuerza de trabajo. Todos estos países son miembros de nuestras instituciones. Les quisiera dar una calurosa bienvenida a todos. Y déjeme decirles desde un principio que las ideas que comparto con ustedes son reflejo del conocimiento colectivo del talentoso y dedicado equipo del FMI, proveniente de 172 países. Todo el personal y la gerencia del FMI que se encuentra en este recinto, pónganse de pie, por favor, para que los reconozcamos, empezando con nuestro flamante primer subdirector gerente, Dan Katz, y luego la alta gerencia y demás funcionarios. Muchas gracias. Desde la última vez que nos reunimos aquí en este gran salón, el 25 de octubre del 2024, la incertidumbre se ha disparado, tremendamente. Sí, sin embargo, el sentimiento a nivel mundial se mantiene. Entonces, tenemos una mezcla de ansiedad y resiliencia. Hoy quisiera hablar de ambos aspectos. En primer lugar, hablemos de la ansiedad, de la tecnología a la geopolítica, del clima, comercio. En todos los ámbitos, el cambio es desconcertante. Los cimientos del sistema de comercio mundial que tantos beneficios ha generado para tantos desde hace tanto, se están tambaleando por muchas razones, entre ellas porque no había una verdadera igualdad de condiciones y quienes se quedaron rezagados recibieron muy poca ayuda para reconvertirse hacia nuevos y mejores empleos. Vemos medidas no arancelarias enérgicas que van desde licencias de importación, Ajay habló de esto, hasta controles a la exportación y derechos portuarios, y el recuento de subsidios que solo captura parte de la situación. También vemos políticas industriales no basadas en el mercado y distorsiones cambiarias. Y por supuesto, están las tasas arancelarias estadounidenses que se han disparado este año. Pero hay aquí un dato importante. Hasta el momento, 188 de nuestros 191 países miembros han evitado medidas arancelarias de represalia. Tras haber constatado que las barreras comerciales son perjudiciales tanto para el crecimiento como para la productividad y haber instado a las autoridades y elaboradores de políticas a preservar el comercio como motor del crecimiento, aplaudo esta moderación de gran parte de los países, aunque sin duda habrá más cambios a futuro. Por ahora, pese a todas las turbulencias, se calcula que un 72 % del comercio mundial sigue ajustándose al principio de la nación más favorecida. Los países aplican su arancel bilateral más bajo y se lo ofrecen a todos sus socios comerciales. Es sencillo, no complejo. El comercio no es un juego de suma cero. Siempre que las empresas puedan mantener cadenas de suministro diversificadas y sólidas, siempre que los gobiernos puedan conservar su autonomía estratégica y apoyar a quienes salen perjudicados por el comercio; y siempre, y esto es muy importante, que los saldos externos no sean tan grandes como para ser insostenibles, las importaciones y las exportaciones contribuyen al bienestar. No es de sorprenderse que la actual incertidumbre en torno a las políticas comerciales, el riesgo de perder el comercio como motor de crecimiento, genere ansiedad. Así que pasemos ahora a la resiliencia. Pese a los profundos cambios en las políticas a las que hemos asistido este año y desafiando las predicciones de muchos expertos, la economía mundial se ha desempeñado bastante bien hasta el momento. El crecimiento mundial se proyecta que se desacelere del 3,3 % del año pasado, al 3,2 % en el 2025 y al 3,1 % en el 2026. Es un ritmo más lento de lo necesario y que se encuentra por debajo de los pronósticos de hace un año. Sin embargo, no es una desaceleración drástica. Una de las razones de esta resiliencia ha sido algo a favor de lo cual hablo siempre, que es la adaptabilidad del sector privado, como se ha visto en las importaciones que están centradas al principio del período, adelantadas, y la acumulación de existencias y del fortalecimiento de las cadenas de suministro. Los años de fuertes ganancias han permitido a los exportadores e importadores reducir los márgenes, lo que ha amortiguado el impacto en los aumentos arancelarios en los precios para el consumidor, al menos, y digo al menos, hasta ahora. El otro tema es más bien un arma de doble filo, la inversión del sector privado en la inteligencia artificial, principalmente en los Estados Unidos, que está creciendo vertiginosamente. Este hecho apuntala el crecimiento estadounidense y mundial y ofrece condiciones financieras favorables para todos. Es aquí donde el optimismo, en este caso, en torno al verdadero potencial de la IA, corre el riesgo de convertirse en complacencia. Desde el ferrocarril hasta la Internet, las respuestas de los mercados financieros a las nuevas tecnologías pioneras han sido siempre una historia de sobreestimación y corrección del mercado. Aquí, por ejemplo, vemos una instantánea del episodio de las puntocom y su impacto sobre el crecimiento. El mundo haría bien en incorporar la inteligencia artificial. Sin embargo, hay que tener en cuenta los riesgos, no olvidarlos. ¿Qué podemos hacer? Necesitamos una supervisión sólida del sector financiero, atenta a la toma de riesgos excesiva y a los vínculos cada vez mayores entre bancos, entidades no bancarias y criptoactivos. Necesitamos una política monetaria sensata. Estas y otras recomendaciones transversales marcan nuestra supervisión multilateral, donde los informes que publicamos, como las perspectivas de la economía mundial, informes sobre la estabilidad financiera mundial y el monitor fiscal, arrojan luz, sosiegan los ánimos y proponen un camino a seguir. Nuestra supervisión bilateral, que llevamos a cabo mediante consultas periódicas con todos los países miembros, avanzados, emergentes y de ingreso bajo, y mediante el programa de evaluación del sector financiero, concreta nuestro asesoramiento multilateral en recomendaciones de política a la medida para cada país. Y quisiera recalcar que cooperamos de la mano con el Banco Mundial, con el trabajo que se hace a nivel nacional. En reunión tras reunión esta semana he hablado con los ministros de Hacienda y los gobernadores de Banco Centrales, y les he dicho que no solamente hay que mitigar los riesgos a corto plazo, sino ver más allá para mantener la independencia, rendición de cuenta, responsabilidad y eficacia de las instituciones. Y les recomendé encontrar y aprovechar las oportunidades que entraña siempre el cambio. Vislumbramos tres objetivos a mediano plazo. En primer lugar, sanear las finanzas públicas. Esto es necesario para que puedan amortiguar nuevos choques y atender a las necesidades acuciantes sin elevar las tasas de interés crediticias del sector privado. Ningún ministro de Hacienda debe limitarse a esperar a que el crecimiento se acelere y lo rescate. No, todo lo contrario, la consolidación fiscal puede liberar recursos para apoyar el crecimiento impulsado por el sector privado. En segundo lugar, se debe recuperar el equilibrio interno y externo. Es necesario hacerlo para garantizar que los desequilibrios macroeconómicos excesivos no se conviertan en un factor desestabilizador. Necesitamos consolidación fiscal en algunos lugares y políticas que eleven la demanda interna en otros. Y en tercer lugar, elevar el crecimiento tendencial. Es esencial para que las economías generen más empleos de los que habló Ajay, y más ingresos públicos, y para que mejoren la sostenibilidad de la deuda, tanto pública como privada. Elevar el crecimiento de por sí exige tres cosas. En primer lugar, una revisión del entorno regulatorio para potenciar la empresa privada. En segundo lugar, una mayor integración regional. Y tercero, una adecuada preparación para aprovechar la inteligencia artificial. La revisión reglamentaria y la integración regional están estrechamente interconectadas. Y esto es en parte porque muchas de las normas y reglamentaciones que ponen obstáculos a las empresas privadas, también a nivel nacional, restringen, además, la circulación de bienes, servicios, personas, capital e ideas a nivel transfronterizo. Muchas reglamentaciones funcionan también como barreras no arancelarias, y estas barreras son un componente crucial de la desigualdad de condiciones a escala mundial. En este nuevo mundo, marcado por negociaciones bilaterales y plurilaterales, vemos un panorama del comercio mundial diverso. Las economías pequeñas y dependientes de las exportaciones son las que sufren más, mientras que las grandes y relativamente menos abiertas o que controlan insumos de importancia crítica para las cadenas mundiales de suministros, disponen del poder de negociación. Si vemos todos los puntos en este gráfico que muestran a los países, según el tamaño de sus importaciones, su apertura comercial, en el cuadrante inferior derecho encontramos a las economías más grandes y menos abiertas. Muchos países se proponen adquirir fortaleza y hacerse oír a través de la cohesión. Aquí vemos una selección de los bloques comerciales del mundo. Cada uno de ellos tiene más tamaño y peso que sus países miembros de forma individual. ¿Qué les aconsejamos a estos bloques comerciales? Reduzcan sus fricciones internas y sigan adelante con la integración para mejorar la resiliencia y el crecimiento. Por último, el otro posible acelerador del crecimiento de la productividad mundial es la inteligencia artificial. Aquí en el fondo, esperamos beneficios reales, aunque nuestras proyecciones se sitúan en un rango amplio, un aumento del crecimiento de la productividad de entre 0,1 y 0,8 puntos porcentuales al año. La IA también eliminará millones de los empleos que existen actualmente y también reconfigurará a muchos de otros. Las autoridades deben ayudar a facilitar la transición. Algunas profesiones antiguas desaparecerán, pero también se generarán otras, como especialistas en macrodatos, ingenieros de finanzas y expertos en aprendizaje automático, entre otros. Una rotación así no es algo infrecuente. Recordemos como el caballo y la carreta fueron sustituidos por el automóvil, pero ahora está pasando mucho más rápidamente. La clave para aprovechar al máximo el incremento de la productividad y gestionar los efectos colaterales de la IA es la preparación. Nuestras investigaciones indican que Singapur, Estados Unidos y Dinamarca están a la cabeza, mientras que son muchos los que están a la zaga. Y en gran medida, por cierto, como línea de transmisión de las mejores prácticas internacionales, el FMI brindará asistencia a todos los países miembros, con especial atención a la gestión de las consecuencias macroeconómicas. Internamente, por supuesto, seguimos impulsando la adopción de la IA, también para poner más conocimiento al alcance de nuestros países miembros. Estamos aumentando nuestra productividad a la vez que mantenemos nuestra característica disciplina fiscal. El FMI sufraga sus gastos operativos con cargo a ingresos propios sin recurrir a asignaciones anuales del todo y mantiene un profundo compromiso con la optimización de los recursos. Pese a la creciente complejidad de la economía mundial y la expansión de los servicios que ofrecemos a nuestros miembros, nuestro gasto administrativo actual, en términos reales, es prácticamente igual al de hace 20 años. Nuestra labor en el ámbito del fortalecimiento de capacidades incluye la asesoría operativa, con casi 3000 proyectos concluidos en el último año, así como como capacitación, más de 500 cursos impartidos a más de 19 000 funcionarios durante el mismo periodo, y la celebración de reuniones, incluido por primera vez en febrero, nuestra primera conferencia de mercados emergentes organizada en Al-Ula, Arabia Saudita, conjuntamente con el ministro Al-Jadaan. Nuestra actividad crediticia, que se asiente en el ajuste macroeconómico y la condicionalidad, incluye actualmente programas con 43 países, con 37 mil millones de dólares aprobados desde octubre pasado, de los cuales casi 5 mil millones se han destinado a nueve países de ingreso bajo. En un mundo incierto, es fundamental que el FMI esté dotado de los recursos adecuados. Y sobre ese particular, déjenme repetir en este momento dos peticiones a nuestros miembros. A saber, en primer lugar, sobre nuestra base de cuotas. Estamos haciendo lo posible para llegar hasta la línea de meta, el 50 % de aumento de las cuotas, que se combinó el año pasado. Pido a todos los países miembros que todavía no han ratificado este aumento, que lo hagan sin demora, por favor. En segundo lugar, en cuanto al Fondo Fiduciario para el Crecimiento de la Lucha contra la Pobreza, nuestro principal mecanismo de préstamo en condiciones favorables a países de ingreso bajo, estamos presionando para avanzar en las reformas acordadas el año pasado que lleven a este fondo hacia la autosostenibilidad. Esto incluye, en primer lugar, distribuir hasta 9400 millones de dólares a una cuenta provisional en un período de 5 años, y dos, llegar a un punto en el que el 90 % del capital de esta cuenta se destine al fondo FFCLP. Hasta la fecha contamos con 20 países, el más reciente, India, y ayer, por cierto, China, que han ofrecido garantías que alcanzan el 43 %. Sin embargo, hace falta llegar al 90 %, necesitamos más, por lo cual los aliento también a apoyarnos. Y hay otro tema que quisiera mencionar, que es el Fondo Fiduciario para Alivio y Contención de Catástrofes. Es nuestro mecanismo para proporcionar donaciones a países miembros de ingresos bajos, a fin de que hagan frente al servicio de la deuda ante el FMI, en caso de que sufran desastres naturales o vinculados con la salud pública de carácter exógeno, naturales o con la salud pública. Claro, como se utilizó durante la pandemia, hace falta una reposición ante la posibilidad de futuros impactos. Claro, siempre es nuestra ambición poder ayudarlos a todos, pero principalmente a nuestros miembros más pobres. Estamos hablando de millones, no de miles de millones. Sin embargo, sí marcaría una enorme diferencia contar con estos fondos. Así que ahora les pido encarecidamente que al regresar a sus países, valoren la posibilidad de abrir un debate sobre la reposición de este fondo, de manera que este preparados para el próximo impacto. En este momento me corresponde concluir, pero con algo más ligero. En marzo del año pasado, pronuncié un discurso en la Universidad de Cambridge sobre las posibilidades económicas de mis nietos. Allí, dimos vida a algunas famosas palabras del gran John Maynard Keynes. Y aquí tenemos un audio, el audio que pusimos.
[Audio generado por IA de John Maynard Keynes] Y ahora, a largo plazo, casi todo es posible.
[Kristalina Georgieva] Y ahora, 18 meses después, vean aquí el avatar creado por inteligencia artificial del señor Keynes, quien se encuentra aquí sentado con ustedes.
[Video generado por IA de John Maynard Keynes] 80 años después, debo decir que me siento muy alentado por que estas dos instituciones sigan tan vigentes.
[Kristalina Georgieva] Felicidades por este aniversario número 80. Y no hay mejor manera que terminar con un poco de risa. Sí es cierto que el cambio trae nuevos retos, pero nos mantenemos optimistas. Vamos, que el progreso humano levante nuestros ánimos. Y seguramente es lo que veremos en los próximos años. Muchas gracias.
[Aplausos de la audiencia]
[Olavo Correia] Muchas gracias, señora Georgieva. Gracias, señora Georgieva, por su discurso inspirador y que nos tranquiliza, pero que también nos menciona desafíos en cuanto al crecimiento económico, el comercio y la disciplina fiscal. Muchas gracias de nuevo por su intervención. Ahora vamos a pasar al trabajo formal de nuestras instituciones. Tenemos ante nosotros, estimados gobernadores, el informe de la Comisión de Procedimientos Conjunta. El informe uno se refiere a las actividades del BIRF y de la CFI y de la AIF. El número dos se refiere al quehacer del fondo y el número tres es con respecto a temas de interés común de todas las organizaciones. Contamos también con el informe de la Comisión de Procedimientos del Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones, MIGA. Basado en las recomendaciones de la Comisión Conjunta de Procedimientos y de MIGA, propongo que se aprueben estos informes, así como las recomendaciones que contienen. No veo objeciones. Por lo tanto, se dan por aprobados los informes con sus respectivas recomendaciones. En cuanto al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, CIADI, le voy a ceder la palabra al presidente Ajay Banga y al presidente de la junta. Adelante.
[Ajay Banga] Se abren la reunión anual del Consejo Administrativo del CIADI y la señora Aradhana Kumar-Capoor va a presentar los temas a ser considerados por la junta y el Consejo.
[Kumar-Capoor] Hay dos puntos sobre el orden del día del CIADI, que requieren adopción de resoluciones por el Consejo. Para empezar a aprobar el informe anual del CIADI 2025 y en segundo, adoptar el presupuesto administrativo para el año fiscal 2026. El proyecto de resolución ha sido distribuido a los miembros anteriormente y se propone que los proyectos de resolución del CIADI 2025 y el informe administrativo de CIADI para el año fiscal 2026 sean adoptados.
[Ajay Banga] Entiendo que las dos resoluciones han sido aprobadas. Se levanta la sesión de la reunión de 2025 del CIADI.
[Olavo Correia] Agradezco al señor Banga y a la señora Kumar-Capoor. Quisiera hacer propicia esta oportunidad para agradecer a los gobernadores del Grupo Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional por haberme conferido el honor de presidir esta sesión. En mi nombre y en nombre de mi país, Cabo Verde, gracias. Y les agradezco todo su agradezco por todo su apoyo y cooperación. Quisiera agradecer profundamente al señor Banga y la señora Georgieva por su liderazgo a la cabeza de nuestras dos instituciones. También, reconozco el compromiso del Grupo Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional por llevar a cabo el trabajo de vital importancia de ambas instituciones. Agradezco, además, a la señora Kumar-Capoor y al señor Ogada, así como al personal de la secretaría de ambas instituciones, por la exitosa organización de estas reuniones. Quisiera, además, agradecer a los dos vicepresidentes, los gobernadores por Perú y la República Árabe de Egipto. Quisiera felicitar al gobernador por Paraguay, que fue seleccionado para presidir el próximo año estas reuniones conjuntas. Un aplauso, por favor para el gobernador por Paraguay. Les deseo a todos los gobernadores y delegados una reunión fructífera y productiva y un buen viaje de regreso a sus países, una vez concluidas nuestras labores. Espero verlos el próximo año en Bangkok con más fuerza, con más energía, con más espíritu de promover reformas para crear más puestos de trabajo y mejores oportunidades para todos nuestros conciudadanos en todos los rincones del mundo. Con esto levanto la sesión de estas Reuniones Anuales 2025 de las juntas del BIRF, AIF, CFI, MIGA y FMI, así como del Grupo Banco Mundial de 2025. Se levanta la sesión. Muchas gracias.
[Aplausos de la audiencia]
[Música]