Repetición

Gobernar con eficacia en tiempos difíciles

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Los Gobiernos en todo el mundo enfrentan múltiples crisis, entre ellas la COVID-19, la deuda, el cambio climático y los conflictos, que ponen en peligro su capacidad para proporcionar bienes y prestar servicios públicos esenciales, especialmente a los más vulnerables. Las limitaciones fiscales, los desastres relacionados con el clima, las guerras y la falta de legitimidad suelen limitar la capacidad de los Gobiernos para actuar con eficacia.

En este evento, Anna Bjerde, directora gerente del Banco Mundial, destacó la necesidad de la colaboración multilateral en materia de transparencia e innovación para ayudar a los Gobiernos a satisfacer necesidades críticas y aumentar la resiliencia para prepararse ante futuras crisis. Los ministros de Finanzas de Ucrania y Ecuador explicaron de qué manera funcionaron sus Gobiernos en circunstancias difíciles. Otros oradores hablaron sobre enfoques para abordar las vulnerabilidades económicas y sociales en diferentes regiones del mundo, haciendo hincapié en la importancia de empoderar a las personas y de hacer una transición de la asistencia a planes socioeconómicos adaptados para regiones específicas.

Para obtener más información sobre cómo los Gobiernos pueden superar las múltiples crisis y apoyar a sus ciudadanos y las poblaciones vulnerables, mira la repetición del evento.

 

00:00 Bienvenida
01:40 Lo que ha estado enfretando el mundo y lo que está por venir
05:29 Ucrania: Gobernando y enfrentando una guerra
08:59 Ecuador: La campaña de vacunación de COVID-19
11:39 El rol del Comité Internacional de la Cruz Roja
15:06 El caso de BRAC: Utilizando un enfoque de negocios para erradicar la pobreza
19:39 Ucrania: Lecciones aprendidas de una crisis
22:33 Enfrentando crisis simultáneas: Qué es lo que se viene en el futuro
28:30 ICRC: Lecciones aprendidas en situaciones de conflicto
33:44 Modelos basados en evidencia para obtener resultados en tiempos de crisis
37:56 Ecuador: programas de protección social y reformas fiscales
42:52 Preguntas y respuestas: El camino del desarrollo a largo plazo / Inseguridad alimentaria
50:08 Cierre

[Kathleen Hays]
Hola. Bienvenidos a las Reuniones de Primavera 2023 del Banco Mundial y el FMI. Me llamo Kathleen Hays y les voy a servir de guía para la próxima hora. Vamos a hablar de las crisis superpuestas de los últimos tres años desde la pandemia, la guerra en Ucrania y su impacto mundial, los precios de los alimentos y cómo están limitando los recursos de los Gobiernos en el momento en el que los ciudadanos necesitan aún más su ayuda. Pueden compartir también su opinión en estos temas con la etiqueta #ReshapingDevelopment. También utilicen el código QR en pantalla, y si quieren unirse a la conversación en línea, utilicen el chat del sitio del Banco Mundial, worldbank.org. Para nosotros, hoy tenemos un panel ilustre con Anna Bjerde, que es la directora gerente de Operaciones del Banco Mundial. Pablo Arosemena, ministro de Economía y Finanzas de Ecuador. Mirjana Spoljaric, presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja. Shameran Abed, director ejecutivo de BRAC International en Bangladés. Y Sergii Marchenko, ministro de Finanzas de Ucrania. Queremos también comunicar que tiene otro compromiso, así que tiene que salir de la sesión en media hora. Le agradecemos por haberse unido a esta sesión hoy con una agenda tan apretada como la que tienen todos en la reunión de hoy. Comencemos con usted. Conociendo lo que estamos viendo en el panorama mundial y lo que tenemos de cara al futuro.

[Anna Bjerde]
Muchísimas gracias. Es un placer estar con ustedes esta mañana. Es un tema muy importante para nosotros cuando celebramos estas Reuniones de Primavera, en un momento de grandes retos sin precedentes, unos retos que parecen no tener fin, honestamente. Hablo de una serie de crisis. Hemos hablado de la COVID, estamos hablando de las consecuencias también de la COVID y los retos constantes que presentan la inflación, la desestabilización. Pero también estamos en el decimocuarto mes de la invasión rusa de Ucrania, que está teniendo un impacto muy palpable en Ucrania, pero también a nivel regional y mundial. Es un momento muy importante para reunirnos. Muchos Gobiernos han tenido que dar respuesta de forma sin precedentes para dar apoyo a los ciudadanos de sus países. Lo que quisiera destacar de antemano es que, si bien todos estamos impactados, cada país tiene su caso en particular y no hay una estrategia universal que sirva para todos. Buscamos soluciones, pero tenemos que hacerlo con humildad, porque cada situación necesita su estrategia particular. Los países hacen frente de forma particular y los Gobiernos tienen que tomar decisiones difíciles para poder brindar soluciones a sus ciudadanos.

El ministro Marchenko está con nosotros hoy, y Ucrania es un ejemplo muy claro de un Gobierno en el que tuvo que tomar decisiones con mucho aplomo. También cómo están haciendo frente a una situación muy difícil y tienen que hacer frente a las necesidades básicas en una guerra que genera efectos devastadores. Quisiera también reiterar el orgullo que tenemos por la alianza que hemos establecido y el trabajo que estamos haciendo de forma conjunta. Quisiera agradecer al ministro Arosemena para conocer también la experiencia de Ecuador en la gestión de la pandemia y ofrecer servicios en ese contexto de limitaciones fiscales. Ecuador fue el primer país que recibió apoyo y brindó respuesta a la pandemia a través de la vacunación. Hemos ofrecido servicios para proteger a los más vulnerables a través de servicios de protección social, con un impulso para la recuperación. Este es un ejemplo de cómo tuvimos que combinar durante la pandemia la protección de la salud, pero también las formas de sustento, y es por eso que es tan importante la protección social.

Es un placer también tener a la presidenta Spoljaric y al director ejecutivo para entender cómo el CICR y BRAC International han hecho frente a estos retos, y quisiera tomar esta oportunidad para agradecerles por su liderazgo y colaboración en un momento de gran volatilidad mundial que muchos países hacen frente al dilema de operar de forma distinta a la priorización de servicios básicos y los bienes públicos mundiales para también proteger a los más vulnerables. En estas circunstancias, vemos que los Gobiernos tienen que centrarse en las necesidades básicas de los más vulnerables para mantener el fundamento de la recuperación de cara al futuro, es decir, satisfacer las necesidades inmediatas sin perder esa vista hacia el futuro, estableciendo unas bases para el futuro. Los de la comunidad en desarrollo tenemos la responsabilidad básica de apoyar a los Gobiernos también construyendo esa resiliencia para la próxima crisis.

[Kathleen Hays]
Este ha sido un buen resumen para una perspectiva panorámica del tema que queremos tratar hoy. Quisiera recordarles de la etiqueta #ReshapingDevelopment y el código QR que pueden utilizar para escuchar los comentarios. Ministro Marchenko, en el último año permitió que su Gobierno continuara operando durante una guerra. ¿Cómo lo ha conseguido y cuáles han sido los puntos claves que le han permitido lograr los logros que han visto en los últimos meses?

[Sergii Marchenko]
Muchísimas gracias. Gracias por darme la oportunidad de participar en esta conversación. Estamos haciendo frente a una guerra sin precedentes en este siglo. Es una guerra de grandes dimensiones, militar y económica. En los primeros días vimos cómo se tuvo que preparar el país a una nueva guerra por razones de seguridad, y para nosotros resultó de gran importancia generar esa seguridad para los ciudadanos, dar ese mensaje a los ciudadanos de que el Gobierno sigue funcionando, que el Gobierno de Ucrania puede ofrecer los servicios básicos. En los primeros días de la guerra, creamos una infraestructura para brindar servicios básicos, generar espacios seguros. Pudimos restaurar nuestro funcionamiento dentro de la tesorería porque tenemos que poder pagar las pensiones de nuestros ciudadanos en el día a día. Y, para nosotros, eso se convirtió en un mensaje de un Gobierno capaz, de un Gobierno en funciones, y para dar aliento a nuestros ciudadanos para hacer frente a esta guerra.

En ese primer mes, también creamos y desarrollamos nuevas capacidades que, lastimosamente, no teníamos. Pudimos establecer vínculos con nuestros socios, con el espíritu de solidaridad. Y agradecemos al Banco Mundial por su apoyo, porque los proyectos existentes nos permitieron financiar nuestras necesidades. Nos permitió también brindar apoyo social y comunitario, pero también emitir ese mensaje a los demás países que, si bien sienten la amenaza del enemigo, no están solos, que pueden tener ese apoyo. Quisiera también decir que, a pesar de todos los daños sufridos, los problemas económicos experimentados, también podemos recaudar impuestos en un monto suficiente para proveer servicios a los ciudadanos de Ucrania. He de decir que el capital público sigue en funcionamiento igual que antes de la guerra. En el ámbito fiscal, el funcionamiento era necesario para brindar esa protección social y ahora tenemos la capacidad de proteger a nuestros ciudadanos, nuestra nación en el futuro.

[Kathleen Hays]
Claro, nadie se plantea la idea de que hay que pagar impuestos y dónde están nuestras pensiones durante una guerra. La celeridad en que se produjo esto desde luego es remarcable y estoy segura de que el Banco Mundial hizo una gran diferencia.

Ecuador. Ustedes, como otros países se vieron muy afectados por la pandemia. Los hospitales, las ciudades se vieron abrumados, pero en mayo de 2021 de alguna forma lograron ese liderazgo a nivel de la región en lo que se refiere a la distribución de vacunas. ¿Cómo lo lograron? ¿Qué tipo de alianzas establecieron que les permitieron llegar a esta situación?

[Pablo Arosemena Marriott]
Muchas gracias por su invitación, es un placer para mí estar aquí. Voy a darles un ejemplo. Al presidente Guillermo Lasso lo conozco desde hace 20 años. Él era un banquero privado, muy exitoso, y tenía una señal a su puerta. La señal decía: “Tráiganme sus problemas”. Así que, por naturaleza, tiene ese espíritu de resolver problemas. Cuando tomó posesión del cargo, tenía esa perspectiva de la diplomacia de vacunas. Lo que quiere decir es buscar vacunas de cualquier lado, de Estados Unidos, de China, de donde fuera. Eso era lo necesario. Antes de tomar posesión del cargo, el 1 % de la población había sido vacunada. Teníamos un plan muy sólido, con 9 millones de personas a ser vacunadas en los primeros 100 días, y lo logramos de forma exitosa. Así que después de cumplir esos 100 días, creo que el 57 % de la población ya estaba vacunada. Esto fue posible gracias a su liderazgo, su pragmatismo ante esa diplomacia de vacunas, pero también esa colaboración establecida entre el sector público y el privado. A fin y al cabo, era un tema de logística. ¿Quién dispone de mejor logística que el sector privado? Los supermercados, por ejemplo. En este sentido, establecimos una colaboración también con los militares, porque en el sector público, ellos son los que tienen las mejores logísticas. Así que eso fue dentro de ese espíritu de diplomacia de vacunas. También la gran presencia y liderazgo del presidente, ya que tiene ese papel de resolver problemas, pero también aunar los distintos sectores, tanto público como el privado.

[Kathleen Hays]
Estoy pensando en todos los problemas a los que hacemos frente en todos los países, incluso en Estados Unidos. Esa diplomacia de vacunas es un buen concepto del que podríamos aprender todos.

Presidenta Spoljaric, la Cruz Roja siempre ha sido conocida por su asistencia humanitaria cuando otras instituciones no pueden llegar, como el Banco Mundial. ¿Cómo ha evolucionado ese modelo que permite que la población siga en activo en el nivel más básico para ofrecer ese tipo de apoyo para que, en un momento dado, las instituciones puedan volver a retomar sus responsabilidades?

[Mirjana Spoljaric Egger]
Muchas gracias. Y gracias por la invitación y su interés. Es un honor participar en este panel. La Cruz Roja fue diseñada con el fin de apoyar a los ciudadanos en situaciones de necesidad y situaciones de conflicto. Y lo hemos hecho en los últimos 160 años. Probablemente somos la organización comunitaria más antigua en este sentido, y lo hemos hecho bajo un modelo de negocios muy específico. En la actualidad, 22 mil miembros de nuestro personal trabajan en situaciones de conflicto. Trabajamos de forma muy cercana con los ciudadanos y lo hacemos siguiendo los principios de neutralidad e imparcialidad al igual que independencia. Todo se lleva a cabo de forma confidencial también. Eso es importante por dos razones. Para empezar, llegamos más lejos que todos los demás, porque para algunos eso puede traer complicaciones. Lo hacemos porque hablamos con todos y nos ganamos la confianza de todos en el campo. Es una institución conocida, todo el mundo conoce a la Cruz Roja. Pero también lo hacemos porque tenemos que hacer frente a las violaciones de derecho humanitario internacional, que, si no se respeta, incrementa de forma masiva el costo de la guerra, como es el ejemplo de Ucrania o en otros casos. Pero lo que es más importante para nosotros en nuestra presencia en el campo, cuando estamos en primera fila en el conflicto, podemos traducir las necesidades de la población a aquellos que tienen los medios para generar un cambio. No resulta siempre fácil, pero eso lo podemos hacer siempre permaneciendo como esa presencia constante, como garantía operativa. Si miran la asistencia monetaria actual, se basa en sostener esos servicios básicos, los servicios públicos básicos. En el caso de Ucrania, también tenemos el programa más amplio. Recientemente en Jersón, hemos trabajado con autoridades locales para poder apoyar el orden público, en la región norte de Malí también lo hacemos, con las entidades locales, porque son ellos los que van a tener que continuar nuestra labor, como ha dicho el ministro. Esto es esencial para evitar el colapso de los sistemas, porque mientras más podamos mantener servicios públicos y relegarlo a los actores principales, mejor resultado se recibirá para los ciudadanos y una mejor transición hacia los servicios básicos.

[Kathleen Hays]
Ahora, el director Abed. No conocía su labor antes de que se me invitara a este panel. BRAC tiene una estrategia de negocios para poner fin a la pobreza en momentos de crisis, pero más allá. ¿En qué se diferencian y cómo trabajan con los Gobiernos para lograrlo?

[Shameran Abed]
Muchas gracias, Kathleen. Es un honor para mí estar aquí y poder compartir también el escenario con un panel tan distinguido. Cuando BRAC fue fundado en 1972 en Bangladés, se creó como una organización de ayuda humanitaria y de rehabilitación, pero de forma muy rápida pasamos a la labor de desarrollo comunitario a largo plazo. ¿Qué nos diferencia? Lo que nos diferencia ahora mismo es nuestra labor en Bangladés y en otros 16 países de Asia y África, sea Bangladés, Afganistán, Uganda, Liberia. Sea en un entorno humanitario o en un entorno de desarrollo, vemos que las líneas se difuminan, esas líneas que los diferencian. Hemos aprendido principios y valores que son universales. Tenemos una teoría para el desarrollo que se basa en nuestra experiencia como organización del sur global que tiene esa particularidad. Me voy a centrar en estos principios.

Para empezar, desde nuestro punto de vista, trabajar con los más pobres y los más marginalizados en el sur global, una de las cosas que nos ha permitido guiar nuestro trabajo desde una fase temprana es que el desarrollo no es algo que se regala. El desarrollo es algo que los ciudadanos hacen suyo. En este sentido, lo que quiero decir es que nuestra labor impulsa a las personas a pasar de la idea de que los pobres y los marginalizados son beneficiarios pasivos y pasar a la idea de que son participantes activos de su propio desarrollo. Y esa es nuestra labor, catalizar esa creencia de los ciudadanos de que pueden tener autoridad ante su vida y cómo cambiarla y explotar su potencial, catalizarlo para que ellos mismos sean los que cambien sus propias vidas. Odiamos el uso de la palabra “beneficiario”. Todo el mundo es participante. Nuestro papel no es de ofrecer beneficios, sino facilitar ese servicio. Las personas tienen vulnerabilidades económicas y sociales. Las vulnerabilidades son multidimensionales. Los programas y las estrategias también tienen que ser integrales. No hay una solución para todos. No hay una estrategia única que pueda permitir sacar a los ciudadanos de las peores formas de marginalización y pobreza. Otra cosa que es más importante aún es la emancipación económica y política de las mujeres. No hay justicia sin justicia de género, y esto es un área muy crítica para nuestro trabajo. Finalmente, un enfoque sin igual sobre la ampliación y cómo los programas se pueden ampliar en una estructura sencilla. Podemos desarrollar programas complejos, pero si estos no se pueden ampliar y utilizar en otros contextos, no sirven. Los problemas se vuelven más complejos, pero las soluciones han de ser sencillas en el entorno humanitario y de desarrollo. Consideramos que estos principios nos permiten asegurar y garantizar un impacto de gran amplitud. Obviamente, trabajamos con los Gobiernos y, si puedo, entraré más en detalle de esa pregunta.

[Kathleen Hay]
El desarrollo no es algo que se regala, es algo que los ciudadanos han de hacer suyo. Qué concepto más útil. También quisiera recordar a los participantes de hoy en el atrio del Banco Mundial que compartan sus ideas en #ReshapingDevelopment. Utilicen también el código QR en pantalla para plantear preguntas. Si nos siguen en línea, sigan la conversación en live.worldbank.org. Ministro Marchenko, vuelvo a usted porque sé que tiene un compromiso importante antes de que tenga que irse. En su experiencia del último año, ¿qué es lo más importante que quiere transmitir en lo que se refiere a las lecciones aprendidas en un momento de crisis, en los casos de los Gobiernos que tienen que hacer frente a una crisis abrupta?

[Sergii Marchenko]
Muchas gracias. No estamos listos para responder a esta pregunta porque seguimos aprendiendo. Seguimos luchando para lograr nuestra independencia. Y eso no es fácil porque cada día exige adoptar una nueva realidad y ajustarse. Podrán entender que esta guerra no ha llegado a su fin aún y tenemos que buscar una solución para liberar nuestros territorios. La lección más importante que he aprendido es que no deberían asustar a su enemigo o asustarse de una crisis. Deben de creer en sí mismos y en su país. A través de esta creencia, se puede encontrar la solución.

Cuando el año pasado llegábamos a las Reuniones de Primavera, la idea era cubrir una brecha de 5 mil millones de dólares. La verdad es que no entiendo cómo pude superar eso, pero la economía tiene que seguir en activo, el Ejército tiene que seguir también y los sueldos han de pagarse. Y estábamos bajo una gran presión en el Ministerio. Pero en este sentido, entendí que a medida que progresáramos, encontraríamos una solución, y hemos encontrado una solución. Hemos convencido a nuestros socios a que arrimen el hombro. Hemos encontrado una cohesión social, y es importante no asustarse, no temer al futuro y hacer su trabajo, centrarse en nuestra responsabilidad. Los ciudadanos necesitan a su Gobierno y por eso hay que cumplir esas funciones ejecutivas. Ese es el mensaje que puedo compartir. No teman, sino luchen.

[Kathleen Hays]
Ante estas situaciones dramáticas, es una lección de gran importancia. Ministro, sé que tiene que irse. Muchísimas gracias por estar aquí.

[Aplausos]

[Kathleen Hays]
¿Qué tenemos por delante, Anna? Hemos visto una crisis tras otra. ¿Cuán imaginativo puede ser el universo? ¿Qué va a venir luego? ¿Qué cree que será la próxima serie de retos? El pasado no es necesariamente un prólogo, pero ¿para qué se están preparando? ¿Para qué creen que tenemos que estar listos?

[Anna Bjerde]
No sabemos cómo va a ser la próxima crisis, pero sí sabemos que va a haber otras crisis. Ayer estuve en un panel relativo al cambio climático y la acción climática. Uno de los participantes de un país que se ve enormemente afectado por el cambio climático, dijo: “Nos despertamos todos los días y sabemos que el peligro es inminente”. Este es un país que realmente tiene que concentrarse en la resiliencia y la adaptación. No sabemos de dónde va a provenir la próxima crisis. Los últimos tres años nos han mostrado que las cosas son impredecibles. Tenemos que poder adaptarnos, hacer cambios y tenemos que poder tomar decisiones. Como decía el ministro de Ecuador, todos recibimos problemas a diario, y sí, eso nos ocurre a todos. Pero me gustaría hacer hincapié en tres cosas.

Yo empecé diciendo que cada uno de los países es distinto, cada país afrontará las crisis de distinta manera, pero también lo que vemos es que muchas de estas crisis son transfronterizas. Cuando vemos este cruce de fronteras, vemos que tenemos que trabajar de consuno como comunidad y aprender unos de otros, compartir información, asegurarnos de que haya transparencia con respecto a lo que sabemos, lo que no sabemos. Eso es muy importante. En la pandemia vimos que esto era algo para lo que nadie en el mundo estaba preparado. Y fue importante la diplomacia con vacunas. Pero incluso antes de las vacunas, saber qué era la COVID-19, cuáles eran los factores de riesgo, a qué teníamos que prestar atención. Y una vez que surgieron las vacunas, cómo lograr que las personas se vacunen, cómo priorizar la vacunación, cómo lidiar con las dudas que algunas personas tienen acerca de vacunarse. Tenemos que mantenernos abiertos y ser transparentes.

La segunda cosa, y es algo que se mencionó ya en este panel, es que los ciudadanos deben tener confianza en las autoridades y los Gobiernos porque se vuelven a Gobiernos y autoridades para recibir servicios y también para tener un trato igualitario y para tener equidad en el acceso a servicios. Para tener esa confianza, los formuladores de políticas, quienes toman las decisiones, deben ser transparentes. También hay que tener estos bucles de retroalimentación y eso es algo que nosotros aprendimos en esta travesía del desarrollo. Uno realmente tiene que estar en contacto con los ciudadanos. Me gusta esta noción de que el desarrollo no es algo que uno está dando, sino algo que uno está recibiendo, porque es una calle de dos vías. Tenemos que aprender también de los ciudadanos. El desarrollar la confianza es muy importante. Es difícil generar la confianza, es difícil recuperar la confianza una vez que se la pierde. Por eso tenemos que concentrarnos mucho en eso.

Lo tercero que aprendimos es que tenemos que ser muy innovadores. Tal vez todas las soluciones no sean adecuadas para el contexto actual. Tenemos que pensar en el contexto del que surgieron algunas soluciones. El ministro Marchenko hablaba de la principal lección de esto. Yo sé que él se despertó pensando en 5 mil millones de dólares por mes. Es una cantidad enorme de dinero. Y nosotros mismos, como comunidad internacional, trabajamos con Ucrania para ver qué podíamos hacer, qué podíamos hacer desde el Banco Mundial. Por cierto, no tenemos 5 mil millones de dólares por mes para brindar, pero lo que hicimos fue generar una plataforma, una plataforma para que pudiéramos canalizar recursos a Ucrania para el gasto prioritario. La mayoría de este dinero no es nuestro, pero nosotros brindamos un mecanismo de movilización que permitió a Ucrania satisfacer una parte considerable de sus necesidades. Esto ha tenido éxito. La mayoría de la gente que trabaja en el Banco Mundial conoce el nombre de la operación, que se llama PEACE, “paz”. Creo que nosotros vamos a aprender mucho de este proyecto también en Ecuador, habiendo escuchado al ministro y la velocidad con la que pudieron actuar. Esto se debió a la innovación y a la toma de decisiones. Una de las cosas que nosotros hicimos fue ver cómo llegar a las personas. Tenemos que saber dónde están las personas para poder fusionar las diversas bases de datos. Esta fue una manera muy creativa de avanzar con rapidez.

Finalmente, quiero agradecer a nuestros socios, porque en muchos de los países donde trabajamos y no siempre tenemos este trabajo en el terreno, pero queremos agradecerles por trabajar con nosotros y las entidades de la ONU también, porque podemos llegar a los más vulnerables en las situaciones más difíciles, porque hay otros en el terreno. Estos retos son ingentes y tenemos que trabajar juntos para resolverlos.

[Kathleen Hays]
Incluso durante la pandemia había algunos elementos positivos dentro de la situación terrible. Vimos cosas positivas entre tanta dificultad. Vimos las medidas adoptadas que nos van a permitir avanzar de otras maneras. Estoy segura de que la presidenta Spoljaric también tiene cosas que compartir. La Cruz Roja ha estado vigente durante muchísimos años, ¿qué han aprendido de su colaboración con el Banco Mundial en situaciones de conflicto? Hay una idea de que esto ha intensificado el impacto colectivo que ambas organizaciones pueden tener.

[Mirjana Spoljaric Egger]
Gracias, Kathleen. Espero que ahora sí me escuchen mejor. Mi micrófono no estaba funcionando muy bien. Me complacerá hablar de esto porque Anna y yo trabajábamos juntas cuando yo estaba en el programa de desarrollo de la ONU.

Para mí fue interesante ver desde el pilar de desarrollo de la ONU a una de las más antiguas organizaciones humanitarias y ver cuántas similitudes hay en nuestros enfoques y también diferenciar cuáles son las ventajas comparativas que las organizaciones humanitarias tienen en comparación con los actores para el desarrollo. Creo que hay mucho por aprender de este tipo de transición. No mi transición particular, sino de nuestra organización, para mejorar la eficacia de la asistencia que se brinda y para mejorar la eficacia de la asistencia humanitaria. Lo que yo puedo ver es que nosotros somos más ágiles como humanitarios para trabajar en situaciones que son demasiado peligrosas para la participación de los actores humanitarios o que son situaciones demasiado difíciles desde el punto de vista político por sanciones u otras situaciones. Nuestra neutralidad e imparcialidad, la confianza que las personas tienen en nosotros, es lo que logra que nosotros estemos en el terreno y trabajemos con nuestros socios mientras se estabiliza la situación para poder brindar asistencia que salva vidas y que es urgente, estabilizando la prestación de servicios públicos y en diálogo con las autoridades locales y nacionales sobre el cumplimiento con el derecho humanitario internacional. Este diálogo puede llevar a un contexto conducente para un diálogo más profundo. Nosotros no podemos ni podremos llegar con una visión de desarrollo y cooperación a largo plazo, ni con la capacidad de asistir en el desarrollo de planes socioeconómicos para los Gobiernos locales y nacionales o respuestas a las crisis. Eso significa que luego debe haber una transición a través de la cooperación con el Banco Mundial y otras entidades donde pasamos de intervenciones adaptadas a llevar ese impacto a otra escala y pasar a la estabilización de la economía.

Es cierto que las intervenciones de seguridad tienen que estar sostenidas por planes de respuesta socioeconómicos. Esto también es cierto con respecto a las intervenciones humanitarias. Siempre tenemos que traer intervenciones de asistencia humanitaria que puedan sentar las bases para una senda de desarrollo a más largo plazo. Al trabajar mancomunadamente, no solo trabajamos con recursos, capital y el peso de un socio como el Banco Mundial, sino que además trabajamos juntos para mejorar el diseño de nuestros programas, porque son tan eficaces como la calidad de su diseño desde el comienzo. Y esto es algo que siempre debemos tener en cuenta nuestra cooperación en el futuro.

Hay un círculo vicioso entre el cambio climático, la pobreza y el resurgimiento de la violencia. Los programas en el ámbito de las medidas de adaptación pueden mejorarse y pueden ser mucho más ajustados a las necesidades. Para trabajar juntos, tenemos que ser innovadores, pero esto también tiene que ver con mejorar la supervisión y el seguimiento que damos a las situaciones. Mejorar la rendición de cuentas también va a hacer más fácil que nuestros socios lleguen y brinden financiamiento. Y la confianza se da cuando hay medidas de supervisión y rendición de cuentas robustas. Siempre debemos preservar la agilidad para adaptarnos a contextos específicos.

En última instancia, y esto es algo que me gustaría discutir con Anna y otros en el futuro, tenemos que trabajar para mejorar la eficacia de la asistencia. Creo que ese tiene que ser el leitmotiv de lo que hacemos en una época de recursos escasos, crisis que ocurren una y otra vez, y que dan lugar a situaciones y consecuencias humanitarias. Muchas gracias.

[Kathleen Hays]
Director ejecutivo Abed, usted trabaja con modelos basados en datos empíricos para obtener resultados en tiempos de múltiples crisis. No solo en Bangladés, trabajan con otros 46 países en Asia. ¿Qué podría decirnos que otras organizaciones y Gobiernos puedan aprovechar?

[Shameran Abed]
Muchas gracias. Como escuchábamos, los retos cada vez son más complejos. Las crisis complican los retos que afrontamos, pero lo que hemos visto es que independientemente de la crisis, siempre son los más pobres los que se ven más afectados. Podemos ir un paso más allá y decir que son las mujeres más pobres las que más afectadas se ven. Mucho del trabajo que hemos hecho en las dos últimas décadas ha tenido que ver con encontrar maneras de sacar de la pobreza extrema a los más pobres y encontrar los datos empíricos que nos permitirán respaldar el trabajo que estamos haciendo. De nuevo, considerando todo el trabajo que hemos adoptado, por ejemplo, el enfoque que BRAC ha tenido en los últimos 20 años tiene que ver con que cuando tratamos de llegar a los más pobres, y vuelvo a lo que decía al principio, abordando tanto la vulnerabilidad social como la económica a través de grandes inversiones, a través de una serie de servicios de apoyo que aborden tanto la vulnerabilidad social como la económica, incluso los más pobres pueden salir de la pobreza extrema y ubicarse en una senda sostenible que los lleve fuera de la pobreza y hacia la resiliencia. Esto se ha hecho durante más de 20 años en diversos contextos. Se han hecho proyectos piloto que han dado muy buenos resultados. Lo que tenemos que hacer ahora es llevar esto a mayor escala.

El problema es ingente. Hay entre 500 y 700 millones de personas en lo que llamamos “ultrapobreza”. Y ese número ha aumentado por primera vez en décadas en los últimos años. No estamos listos para alcanzar el ODS 1. Incluso antes de la pandemia sentíamos que no íbamos a alcanzar el ODS 1, pero ahora estamos muy lejos de lograrlo. Hemos tratado de trabajar con nuestros socios en el mundo del desarrollo y con Gobiernos para demostrar que es importante invertir a escala en programas que se basen en datos empíricos. Nosotros tenemos que ir más allá de lo que podemos hacer con las organizaciones de la sociedad civil para alcanzar el ODS 1. Los Gobiernos tienen que trabajar en esto. Tenemos que ayudarlos a hacerlo. Nosotros vamos a prestar atención a lo que los Gobiernos nos digan acerca de cuál es nuestro papel. Puede ser, tal vez, compartir experiencia, brindar asistencia técnica, ayudar a fortalecer las capacidades, pero realmente son los Gobiernos los que tienen que estar a la vanguardia de este esfuerzo y son ellos quienes deben incrementar sus programas. Los Gobiernos del mundo en desarrollo gastan miles de millones de dólares en programas contra la pobreza. Si podemos mejorarlos, vamos a tener un retorno mucho mayor de esta inversión.

Nosotros vemos todo lo que está ocurriendo y a veces es fácil sentirse impotente y que no hay manera de hacerlo. Pero tenemos los recursos, tenemos el conocimiento y los datos para sacar a cientos de millones de personas de la pobreza. Lo que tenemos que hacer es galvanizar la voluntad política y trabajar con los Gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil e instituciones como el Banco Mundial. Ayudamos a crear un nuevo fondo fiduciario de múltiples donantes, que es la Alianza para la Inclusión Económica, para respaldar a los Gobiernos con sus programas contra la pobreza. Nos gustaría realmente incrementar ese trabajo y trabajar más de cerca con los Gobiernos para poder llegar al ODS 1. Lo que más nos importa son los más pobres y los más afectados.

[Kathleen Hays]
Esa es una perspectiva optimista, porque usted dice que los recursos están ahí. Hay mucho dinero disponible, la voluntad está ahí. A los más pobres del mundo, estamos tratando de darles el apoyo. Y usted dice: “Esto es lo que tenemos que hacer para ir más allá de donde estamos ahora y para potenciar estos proyectos”.

[Shameran Abed]
Sí.

[Kathleen Hays]
Ministro Arosemena, yo cubro noticias del mundo y tenemos historias todos los días acerca de Gobiernos endeudados. Después de la pandemia, vemos Gobiernos muy endeudados y que están tratando de hacer mucho, pero no tienen tantos fondos. Pero ustedes expandieron los programas de protección social y, a la vez, adoptaron importantes reformas fiscales. ¿Cómo lo hicieron y qué pueden aprender otros de lo que ustedes han hecho en Ecuador?

[Pablo Arosemena Marriott]
Tres cosas. Ecuador ha logrado hacer tanto en cuanto a su disciplina fiscal, a la vez que se aumentó la inversión social. Pero como todas las cosas importantes en la vida, no hicimos esto solos. Lo hicimos con la ayuda de la comunidad internacional, en particular los bancos multilaterales de desarrollo, el BID, el Banco Mundial, el FMI, entre otros. Todavía tenemos enormes retos, la disciplina fiscal y el gasto público. ¿Cómo hacemos esto? Solo hace dos años, nuestro déficit fiscal era de 7,7 puntos del PIB. Este año es del 1 %. Nosotros hemos podido reducirlo de manera muy agresiva. Al coeficiente de deuda PIB lo bajamos del 61 % al 55 % en menos de dos años. En este período, incrementamos el gasto social de manera tal que los más pobres de los pobres tienen una duplicación en su cobertura social, las transferencias monetarias que reciben cada día. Para darles una idea de esto, antes del presidente Lasso, tres de cada diez familias que eran muy pobres recibían estas transferencias de efectivo. Hoy, ocho de cada diez reciben estas transferencias de efectivo. Hemos duplicado la cobertura social. Alrededor de 2 millones de personas reciben transferencias de efectivo gracias a la ayuda de los bancos multilaterales de desarrollo y otros. La disciplina fiscal es lo que nos dio el margen de maniobra fiscal para poder priorizar la inversión social. Este año, según el Banco Mundial, Ecuador va a crecer en alrededor del 3 % del PIB en un año. Un año que es difícil. El promedio para la región es de 1,3 %, 1,5 %, 1,7 %, pero nosotros vamos a crecer por encima del promedio de la región, y tenemos la segunda tasa más baja de inflación de la región y la novena más baja inflación del mundo este año.

Yo le decía que esto ha sido posible gracias al trabajo que hacemos a diario con los bancos multilaterales de desarrollo. Hace tres semanas tuvimos un terremoto. Estos últimos meses han sido terribles, inundaciones, terremotos, deslizamientos de tierra. Yo estuve hablando con el socio local del Banco Mundial. Estábamos reuniéndonos en su oficina, estableciendo un plan para ver qué podíamos hacer para tener una línea de crédito especial para afrontar estos desastres naturales, y activamos muy rápidamente estas líneas de crédito. No se trata simplemente de que hacemos esto, sino que además comunicamos a las personas. Tenemos estos mecanismos para que las personas puedan estar tranquilas.

Algo más que quiero mencionar es que seguimos enfrentando muchos retos y tenemos retos por delante. Después de la COVID, y esta es mi percepción, las personas se han quedado sin paciencia, están más impacientes y quieren las soluciones ya. En el caso particular de Ecuador, tenemos los bárbaros a las puertas. Hay políticos populistas a los que les encantaría sacar del Gobierno al presidente Lasso, llegar al Gobierno por medios no democráticos. Si eso ocurriera, toda esa disciplina fiscal, toda esta inversión social que hemos hecho, sería eliminada. Nosotros queremos preservar no solo la disciplina fiscal y las políticas públicas que hemos adoptado, sino también la estabilidad democrática, porque eso de por sí es algo bueno para el país.

[Kathleen Hays]
Felicitaciones por lo que han hecho hasta el momento. Suena muy bien. Creo que ahora vamos a pasar a las preguntas de la audiencia. Vamos a empezar con una pregunta de Johanna a la presidenta Spoljaric. Me parece que estoy pronunciando mal su nombre, Spoljaric. Yo practiqué antes del evento. ¿Es cierto que después de la pandemia hemos llegado a una era de gestión de crisis una tras otra, en lugar de centrarnos en el desarrollo a largo plazo? ¿Qué ve desde su lugar?

[Mirjana Spoljaric Egger]
Muchas gracias. Es cierto que hubo un momento antes de la COVID y hubo un momento después de la COVID, porque todo lo que ocurrió después parecía estar acumulándose sobre un sistema que ya estaba fragilizado en cuanto a la respuesta humanitaria y socioeconómica. Es importante responder inmediatamente a las necesidades urgentes, y me refiero al papel que la Cruz Roja tiene para brindar asistencia que salva vidas. Cuando yo estoy en sitios donde los sistemas de salud están colapsando, me siento muy mal si no podemos brindar la ayuda con la velocidad adecuada porque no tenemos recursos. Pero si no prestamos atención al desarrollo a largo plazo, vamos a perder la posibilidad de estabilizar los sistemas para que las personas puedan volver a tener vidas normales.

Cuanto más estrechamente trabajemos con los socios para el desarrollo para entender la combinación entre intervenciones a corto plazo y el desarrollo a más largo plazo y la asistencia que se brinda para esto, vamos a tener un mayor impacto positivo para las personas, porque lo que las personas quieren es no depender de la asistencia humanitaria de manera prolongada en una situación humanitaria prolongada, sino el poder volver a tener opciones, verse empoderados y controlar sus propios futuros.

[Kathleen Hays]
Muy bien puesto y muy bien dicho. ¿Estábamos tan centrados en la pandemia que nos hemos distraído de los objetivos de desarrollo de largo plazo?

[Shameran Abed]
Sí, estoy totalmente de acuerdo. Es una pregunta muy relevante. Como ya hemos escuchado, hay crisis solapadas. Va a haber una más y no nos vamos a escapar de eso. Pero desde nuestro punto de vista, también hay que identificar cuáles son los problemas subyacentes, quiénes son los más afectados. Hay que trabajar con estas personas en estos dos contextos, tanto el humanitario como el desarrollo. Eso sigue siendo una prioridad. En lo que se refiere a la pobreza y a la justicia de género, son elementos para los que tenemos que buscar una solución, porque todos los elementos, como la crisis climática, la pandemia, siempre van a afectar a estas personas de forma más pronunciada, y siempre hay que generar ese equilibrio entre la respuesta a la crisis y una perspectiva de desarrollo a largo plazo. Como usted bien dijo, parte de nuestra labor es, en vez de centrarnos solamente en la crisis inmediata, no perdamos perspectiva de esos proyectos a largo plazo, esos objetivos que nos fijamos dentro de la agenda 2030, que requieren tanto trabajo y tanto esfuerzo, si bien también tenemos que responder a estas crisis inmediatas que se suceden.

[Kathleen Hays]
Charles Mills tiene una pregunta para usted, Anna. La guerra en Ucrania ha exacerbado la inseguridad alimentaria ya existente a nivel mundial. Así que ¿cómo puede el Banco Mundial ayudar? ¿Qué plan tiene a medida que se alarga esta guerra? Una guerra que no muestra señales de que terminará pronto, algo que mencionó también el ministro.

[Anna Bjerde]
Muchas gracias y gracias a los panelistas, es fascinante escuchar sus opiniones. Creo que la inseguridad alimentaria que trajo consigo la guerra en Ucrania es muy significativa porque Ucrania y Rusia eran exportadores principales, y varios países a nivel mundial dependían de las importaciones de estos países, en algunos casos de forma casi exclusiva. Eso fue una gran decepción. El acuerdo que se acaba de acordar es de gran ayuda porque permite la salida de ciertos granos de Ucrania, una gran ayuda para el mundo, pero también para Ucrania, porque es un punto de exportación. Pero hay que tener en cuenta que también muchos países son productores nacionales de alimentos, pero están sufriendo por el cambio climático, por las condiciones climáticas extremas. En los últimos días, me he estado reuniendo con una serie de países que no se han visto tan afectados por la reducción de exportaciones saliendo de Ucrania y de Rusia, pero sí se ven más afectados por el hecho de que su producción nacional no está generando el cultivo esperado debido a las sequías u otros elementos climáticos. Esto significa que necesitamos tomar acción en todos los frentes, tener paquetes de respuesta que apoyen a los países, que apoyen también a los más vulnerables. Eso es crítico, pero también hacer hincapié en esos problemas estructurales que están afectando la falta de productividad, la falta de inversión, la falta de producción de alimentos a nivel mundial.

[Kathleen Hays]
Antes de cerrar, sé que todos tienen compromisos a los que acudir. En lo que se refiere a la inseguridad alimentaria, ¿cómo afecta a la región de Latinoamérica? ¿Cuál es su perspectiva? ¿Cuál es el panorama futuro?

[Pablo Arosemena Marriott]
Ese es un gran reto que tenemos ante nosotros. En Ecuador, como ya mencioné, la inflación no es un problema, que es significativo porque es uno de los problemas principales a nivel mundial. Pero en nuestro caso, nuestra economía está dolarizada, pero tenemos el 50 % de la inflación en comparación con Estados Unidos. Lo hemos hecho a través de la disciplina fiscal, gracias a la logística y la cadena de suministro que tenemos a nivel nacional. Uno de los objetivos de esta administración ha sido la de firmar el mayor número de acuerdos de libre comercio posibles. Esto es un elemento muy importante que nos permitirá reducir el precio de los productos e incrementar el poder de adquisición de los ciudadanos.

[Kathleen Hays]
Es una estrategia muy importante, desde luego. Resulta difícil identificar las conclusiones clave. Hemos escuchado cosas tan relevantes y estoy acostumbrada a tomar notas y me cuesta a veces procesar sin un boli en la mano. Pero la política de vacunación, ¿cómo establecieron distintas relaciones que permitieron proceder de forma tan rápida? Creo que los comentarios de Mirjana referentes a la confianza, lo importante que es ganarse la confianza de las personas que están en el campo, tienen esa transparencia y pueden basarse en esa confianza para llegar a los programas a un nivel superior.

También hemos escuchado menciones sobre esas crisis transfronterizas. Desde luego, la pandemia fue un evento mundial, pero otras formas, y cómo la preparación, incluso la confianza que han de tener los ciudadanos en sus Gobiernos para poder impulsar las iniciativas. En el caso de la pandemia, había mucha desconfianza y creo que, en el mundo de hoy, es un problema al que hacemos frente todos.

Obviamente la labor de BRAC. El desarrollo no es un regalo y cualquier persona, por muy pobre que sea, tiene el potencial de progresar. No es un regalo si no es algo que tienen que hacer suyo, tomar las herramientas y emprender ese camino. Sí, ministro Marchenko, esos 5 millones de dólares al día. Esos países que normalmente no se centran en esos retos que no son tan abrumadores, pero se comparten entre los distintos países a nivel mundial.

Quisiera agradecerles a todos por estar aquí, en el atrio del Banco Mundial, por seguir al evento en línea. Ahora que han dado el contexto, la verdad es que me quedo con ganas de hacer más preguntas, pero son personas ocupadas, tenemos la agenda apretada y terminamos este evento, “Gobernar con eficacia en tiempos difíciles”. Pueden seguir los eventos en live.worldbank.org/springmeetings2023, y si lo buscan en Google también va a aparecer. Esperemos que hayan apreciado el evento de hoy. Continúen compartiendo sus comentarios con la etiqueta #ReshapingDevelopment, nos interesa mucho su voz. Muchas gracias por participar. Gracias.

[Aplausos] 

[Música]

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Moderadora